Hace ya algunos años que conozco a Sergi Colet e Irene Mestre. Son viticultores y después elaboradores, y sus vinos espumosos nunca faltan en mi mesa en Navidad. Fruto de ello mantenemos buena relación en la distancia.
Mientras somos testigos de cómo año tras año esos excelentes vinos se afinan, y se hacen más particulares y únicos, compartimos también el testimonio de cómo nuestros hijos crecen.
La familia Colet no lo ha tenido fácil en este sentido. La enfermedad se cruzó en su camino, pero seguramente las grandes hazañas de este mundo sólo puedan proceder de la dificultad, que lleva a la superación y a la necesidad de exceder a uno mismo y su círculo, dejando una huella imborrable en la sociedad.
Màgic 2006 es la huella extraordinaria de los Colet, un testimonio excepcional nacido de la dificultad.
Un vino irrepetible, procedente de cepas de xarel.lo plantadas en 1942, nacidas para un momento único, mágico, y arrancadas tras su última añada, la del 2006. Una cosecha tardía, fresca, en la que las uvas maduraron lentamente al calor del sol del mediterráneo. Fermentaron y se criaron un año en barricas viejas de Didier Belondrade. En febrero de 2007 se embotellaron para fermentar por segunda vez, según el método champenoise, para permanecer en silencio, bajo las cavas del celler, durante nada menos que 129 meses, para ser definitivamente degolladas en octubre de 2017, diez años después.
Un vino diferente, único desde su descorche hasta la copa, en la que cae con lentitud sinuosa y dorada. Huele a azahar, a manzana reineta, a almendra tostada. Se atempera con aromas de castaña y naranja escarchada. En boca es finura, vinosidad, crema, acidez chispeante. La sequedad amarga del pomelo, la granada crujiente. Alegría cálida en el paladar, frescura adictiva en el trago. Fugaz e interminable al tiempo. Ironía y carcajada. Sabroso, elegante, fresco e intemporal.
Un vino tan único y raro como la leucemia infantil que por su escasez necesita ser investigada. Cada euro de los 50 que se inviertan en el incomparable placer de una botella de Màgic se dedican íntegramente a la investigación de aquella compleja enfermedad en el Hospital de la Orden Sant Joan de Deu, haciendo que cada día el horizonte de los niños afectados sea más luminoso.
Lamentablemente sólo hay 1.468 botellas para todo el mundo (restando las que el que suscribe va a beberse). Pueden comprarse aquí.
Seguramente nunca haya habido un vino tan valioso y accesible al mismo tiempo.
1 comentario:
Tiene muy buena pinta ese vino. Solo se pueden conseguir reservando? No las venden en ningun sitio mas?
Un saludo
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