Creo que ya había titulado otra entrada con esta frase, tal vez hace unos años, pero me permito repetirla porque es mucho lo que recoge. Entonces me atenía a su sentido más literal, y hoy pienso más en el metafórico, en prepararse para los malos tiempos.
Y es que, en efecto, corren malos tiempos para el blog como plataforma. Aquello que en su día supuso una revolución fresca y directa en la forma de comunicar y en quiénes eran los comunicadores, hoy se encuentra obsoleto, mayoritariamente corrompido, sucio y lleno de lodo.
Tal fue la explosión antaño, que inevitablemente fueron cayendo por multitudes, permaneciendo unos pocos por calidad, por constancia o por el beneplácito del respetable, infiel y caprichoso público de la red. Muchos de los que escribían únicamente por el ánimo de compartir han ido desapareciendo o retirándose a otros planos, siendo sustituidos en buena parte (y permítanme la dureza de la expresión) por una patulea de gorrones, advenedizos juntaletras, que intentan sacar provecho del trabajo de otros sin ni siquiera preocuparse por las faltas de ortografía.
Verdaderos rebaños de canaperos, pastoreados por agencias de comunicación y comisionistas, en la búsqueda de la muestra, del evento gratuito, de la foto con el cocinero de turno han determinado una lógica generalización que acaba por meter a todos en el mismo saco, creando la triste verdad a medias de que quien escribe un blog es, salvo prueba en contrario, un caradura.
A esto se suman criaturas aun peores, golfos y desvergonzados que piden dinero o prebendas a cambio de no despellejar al restaurante o al producto de turno, ya sea en su blog o en las Redes Sociales.
Este verano, y en los últimos meses de menor frecuencia de publicación, he tenido algún tiempo - poco- para sentarme y observar, escuchar relatos sobre estas conductas, y pensar.
Ver que muchos de los que yo leía y admiraba ya no están, o anuncian que se marchan, y pensar qué razones hay para quedarse. Pensar que uno nunca quiso moverse en el fango y que es injusto tener que dar explicaciones a estas alturas, cuando la conciencia de no haber pedido nunca nada a nadie se encuentra absolutamente tranquila.
Un día, un buen amigo, también ducho en estas lides, dijo que éramos locos gritando desde los árboles y creo que tenía y tiene razón. La cuestión es pensar si vale la pena seguir dando voces, diluidas en la inmensidad, o ya no merece la pena seguir subido al árbol, y dedicar ese valioso tiempo a mejores causas.
Yo sigo pensando.
16 comentarios:
Hombre, a mi me conviene que sigas :-)
No todos los blogs son iguales, igual que no todos los periódicos son iguales (aunque se van pareciendo mucho) y la gente sabe diferenciar.
Valoro y respeto tu opinión, incluso cuando no estoy de acuerdo. Me es útil, muy útil.
Y respecto de la generalización del "lado oscuro", creo que es inevitable en cualquier sector y mucho mas en uno con tan gran presencia pública.
Entiendo que todo tiene su ciclo y nada es para siempre, si por cuestiones de tu vida tienes que dejarlo, vale, pero no lo dejes por la abundancia de "roña".
Lo dicho, a mi me conviene que sigas
Querido amigo:
No deberías dejarlo. Tu echas de menos a los que admirabas cuando empezaste a escribir, y algunos los que iniciamos esta aventura con ilusión y honradez, aunque con éxitos discontinuos te admiramos a ti. Puede que seamos locos gritando desde los árboles, pero gracias a ti algunos hemos descubierto muchos excelentes y pequeños elaboradores especialmente gallegos. Para mí ha sido tremendamente importante, y sentiría muchísimo que nadie me hubiera hablado de ellos.
Personalmente no espero nada más que encontrar buena gente juntando algunas letras y transmitiendo emociones. Ya hace mucho que Jamie Goode dijo que el blog estaba tocado de muerte. Como le tengo un poco de manía a lo mejor sigo por darle en las narices.
Sigue hablándonos de vinos con alma!!!
Entiendo las dudas sobre el formato blog, más aún el coste de dedicarle un tiempo que tienes que quitarle a la familia y amigos.
Pero también veo lo positivo del tuyo, como me ayudó a adentrarme en un camino sin retorno a vinos honestos, ver cómo despierta la curiosidad en probar unos vinos sobre los que han leído en el blog, hay que discernir mucho entre blogs que solo ponen fotos de sitios y eventos a los que les invitan, o que vayan vinos que no han pagado o que directamente les han pagado para que realicen la cata, pero sucede lo mismo cuando vamos a la prensa escrita, yo solo puedo animarte a que continúes pero siempre y cuando lo hagas a gusto y disfrutando, si lo tomas como una obligación el resultado final se resentirá.
Un abrazo.
Como esta el patio... ¿Ehe...?
;-)
No sabes cómo te entiendo Mariano! Yo llevo casi un año en paréntesis y proceso de reflexión. La pérdida de autenticidad de este mundo acabó por agotarme. En su momento, me costó una babaridad tomar la decisión de parar, de no seguir escribiendo, de no seguir disfrutando cuando contaba todo lo bueno que a nivel gastro pululaba por mi queridísimo Vigo. Pero a día de hoy creo que ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. No me gusta participar de un circo que es de todo menos auténtico, donde da igual lo que cuentes y peor aún, da igual cómo lo cuentes.
Ahora tengo ratos en los que quiero volver, pero más por el mono de escribir y contar historias, que por el simple hecho de hablar de gastronomía. Quizá sí arranco la segunda parte de mi historia las cosas sean diferentes. Pero lo que sí serán es 100% auténticas...
Ánimo con tu reflexión. Y un placer leerte, como siempre...
Querido Mariano,
parece esto un post de ida y vuelta... Tú escribiendo en mi blog, ahora yo en el tuyo...
Mis razones fundamentales no son las mismas que las tuyas, pero comparto tu sentimiento y tus razonamientos. Nunca me he considerado "bloguero" en este sentido y si hay gente que actúa de esta manera, no nos engañemos, es porque la hay en cualquier actividad humana en la que el negocio y la codiciia del "querer más" imperan.
Jamás he formado parte de este tipo de sociedad, jamás me han pagado por nada relacionado con el blog, jamás he aceptado publicidad pagada por la sencilla razón de que siempre he querido preservar mi independencia (equivocada o no) por encima de todo.
No te dejes atosigar porque te encasillen o consideren esto o lo otro por usar un blog como medio de comunicación. Todos sabemos dónde está el grano y dónde la paja.
Un abrazo fuerte!
Joan
Me pilla ud escuchando a Bill Evans cuando iba a "redondear" mi próximo post y no puedo por menos que compartir gran parte de las impresiones que viertes en el tuyo, pero, y digo pero, aunque también he tenido esas "tentaciones" vuelvo a tener esa sensación de náufrago que sigue empeñándose en lanzar botellas al mar a sabiendas de no tener ni idea de si se leerán o no, si bien es cierto que siempre echo en falta aquellas "botellas" que me llegan desde allende el espacio cibernético enviadas por otros náufragos y que me hace pensar que uno no está sólo en este mar de "cerveza" ;).
No seré yo quien te "presione" para que tomes tu decisión, pero si quiero dejar bien claro que sentiré muy mucho el no volver a recibir esos mensajes que para mí al menos suponen brisas de aire fresco.
Un abrazo, y si decides seguir, cuenta con que a mí si me llegan tus "botellas con mensaje".
Un abrazo amigo.
Estamos de acuerdo, yo sigo en el árbol...
Si os váis los buenos (Louzan, tú...), gana la mediocridad, ganan esos mismos que denostas en tu entrada. Es complicado estar al pié del cañon constantemente, pero por eso mismo sois la vanguardia quienes tenéis que liderar la batalla, bien de avanzadilla, bien enseñando a la segunda línea. Daros tiempo, daros vacaciones, pero no deis la guerra por perdida.
Ánimo maestro, no te falta razón, pero somos muchos los que te leemos y esperamos darte ese nuevo impulso.
Rafa
JAJAJAJA "...advenedizos juntaletras..." me encanto! (y no me fastidies con las tildes que no tengo en este teclado y paso de los codigos ATL ;-) )
Hola Mariano,
pensad, los que os mantenéis en esto de escribir, no en lo que veis, en la respuesta directa, si no en lo que no veis.
Cuando plantamos un árbol hemos de hacerlo siendo conscientes de que nos iremos de este perro mundo antes de poder disfrutar de su sombra.
Saludos,
Jose
Hola Mariano.
Ahora que por fin, después de tantos intentos infructuosos, logramos conocernos en persona, veo que te planteas seriamente abandonar el mundo virtual del blog.
Entiendo tus razones, aunque no las comparto al 100%. Sé que mucho de lo que dices es cierto, pero también creo que somos muchos lo que seguimos escribiendo por el puro placer de hacerlo, de compartir algo que nos gusta (o en ocasiones algo que no o hace), sin esperar nada a cambio que algún feedback y un intercambio de ideas u opiniones.
Yo nunca me he creído nada en este mundo, ni creo que nunca me lo llegue a creer, pero mientras me apetezca seguiré, a pesar de las críticas generalizadas hacia los que escribimos en este formato. Críticas, por otro lado, que una parte del llamado mundo blogger, se ha ganado a pulso y ha derramado sobre todos los demás.
En fin, espero que tu decisión no sea definitivamente la de dejarlo, porque perdería otra de mis referencias. Pero en todo caso suerte y ánimo.
Saludos.
Gracias a todos, queridos. A unos os conozco personalmente, a otros pocos no he tenido la fortuna aun, pero me llegan muy cerca vuestras palabras.
En momentos en los que el retorno de estas plataformas se trasladó a otros lugares, resulta realmente gratificante leer comentarios aquí.
Y veo personas con las que, pese a todo, me apetece seguir dialogando, en una dirección o en ambas. Sólo por eso y mientras el tiempo lo permita, vale la pena continuar.
Hola Mariano.
Ahora que después de tantos intentos infructuosos logramos conocernos personalmente, me encuentro con esta entrada en tu blog.
Entiendo perfectamente tus razones, pero no las comparto al 100. Más allá de la crítica furibunda al mundo de los blogs y sus autores (que en muchos casos son entendibles y hasta justificadas) sigue (seguimos) quedando algunos que escribimos por el simple placer de compartir algo que nos ha gustado, o que no lo ha hecho, sin esperar nada a cambio más allá de un intercambio de ideas, en muchos casos enriquecedor.
Sabes que este tuyo es uno de mis blogs de cabecera, y si decides dejarlo se le echará de menos. En todo caso, sea cual sea tu decisión, ánimo y adelante.
Un saludo.
Amigo Mariano,
decidas lo que decidas, gracias por tu labor. Como he disfrutado con tus entradas en el blog y la de cosas que he descubierto con él. Mil gracias.
Abrazo,
César
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