El pasado fin de semana lo pasé disfrutando como un enano y aprendiendo sobre la Champaña. Más bien sobre el otro champagne, el que no conoce de grandes casas, inmensos palacetes, glamour y copas de flauta.
Champanes diferentes, con personalidad, tipicidad, capacidad de decir de dónde vienen, con arrugas e imperfecciones, con diferencias año tras año, pero con una enorme autenticidad que habla también de las manos que los hicieron.
El siguiente paso era traer esos vinos aquí, al alcance de todos, y encima a precios que, sin dejar de ser los que corresponden a un buen champagne, resultan ajustados y accesibles a prácticamente cualquier bolsillo. Desde su web se advierten las ganas de divulgar, de dar a conocer y compartir el disfrute que comportan estos deliciosos vinos.
Y su arranque no pudo ser mejor, de la mano de tres tipos geniales. Dos de ellos saben mucho de champagne. Posiblemente entre ambos reúnan más del 50% de todo el conocimiento que en España existe sobre los terroirs de la champaña. El maestro Jordi Melendo y el siempre genial amigo Joan G. Pallarés, que pese a su afonía pudo compartir su sabiduría con la brillantez que le caracteriza.
La sorpresa vino de la mano de Rubén Valbuena y sus increíbles quesos de Granja Cantagrullas, otra de estas personalidades que la historia recordará sin duda como uno de aquellos que devolvieron al hombre a integrarse con el entorno,... a dar dos pasos atrás para poder avanzar.
Sus quesos de leche cruda de oveja, al igual que el champagne, expresan su autenticidad y el terreno del que proceden a través de su sabrosa acidez, que los hace eternos en el paladar y convierte a quien los consume un poco más inmortal. Realmente me emocionó su discurso y su forma de comunicar, y espero no tardar en conocer esa granja, para mí ya mítica.
Desde otra óptica, también creo en lo que Ponte da Boga está haciendo en Ribeira Sacra. Vale que el grupo Hijos de Rivera (Estrella Galicia) tiene muchos recursos para hacer lo que quiera, pero eso no resta mérito. También podían haberse comprado un yate, y sin embargo han empleado esos recursos en traer a Galicia (y para quedarse) a Dominique Roujou, han recuperado variedades autóctonas y han invertido en fomentar un vino que me interesa, porque vuelve al pasado y retoma antiguos vínculos casi olvidados.
Año tras año sacan un tinto titulado Expresión cuya presentación vivimos el pasado martes, y en el que Dominique tiene libertad para buscar lo mejor de cada variedad en la añada para, desde el más puro estilo bordelés, hacer un vino de pueblo, de esos que solo saben hacer los que han visto vinos y cosechas de todos los colores.
En Expresión Barroca 2013 -vaya por delante que se trata de un vino sin terminar- encontramos la rudeza elegante de la sousón en el bálsamo de la mencía y rematado con el frescor casi cítrico de la brancellao. El tiempo, posiblemente, dejará expresarse al merenzao y, sobre todo, a la zona, que tiene cosas que decir, y muchas.
Entre tanto uno disfruta viendo autenticidad, que como el buen pan, suele mostrarse ácida.
CUÑA: A quien esté hoy, viernes 12 de junio, en Madrid, le espero de 19:00 a 21:00 en la caseta 94 (Librería A Punto) de la Feria del Libro.
2 comentarios:
Impresionante, Maestro.
Que gran suerte la suya (aunque todos sabemos que la suerte uno se la busca) el poder dedicarse, aunque sea en su tiempo libre, a estos menesteres.
Y poder divulgar tanto arte que humildes novilleros como el que suscribe valoran como agua de mayo.
Muchas gracias por compartirlo.
;-)
De verdad de la buena.
P.D.: Les dejo con este verdejo que acabo de descubrir.
Hay algunos caldos de Rueda que me estan haciendo aficionarme a los blancos.
Quien me lo iba a decir... ¿será la edad?
;-)))
Javier Sanz rueda 2014
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