Siempre he pensado que para un piamontés, o un siciliano, presentarse en el típico italiano español, debería ser similar a que usted o yo nos viéramos en un restaurante español en el extranjero, decorado con cabezas de toros, motivos andaluces, chulapos y asturianos, en el que se sirviera paella, pescaíto frito, cocido, fabada, pulpo a la gallega y, por supuesto, "tapas" a modo de "antipasti". Sin concretar demasiado en qué consisten.
Quizás exagero un poco, pues los transalpinos han sabido exportar su cocina de una forma mucho más eficaz y mercantilmente inteligente que la nuestra, pero sí quiero poner de relieve la falta de identidad que reviste la generalidad de estos restaurantes. Pero la cosa está cambiando.
El público viaja y cada vez es más exigente. Por eso compruebo con agrado cómo las cocinas auténticas, y realmente identificadas con una zona, un terroir si quieren, proliferan y destacan sobre los anodinos pasta&pizza (que, ojo, algunos, como la Tagliatella, no lo hacen nada mal).
Así comprobamos en Madrid el éxito de lugares como Casa Marco, Mercato Ballaró o Don Giovanni, y, por supuesto, el que hoy nos ocupa, Ostería La Norma.
Allí Alfredo Gelso regenta una cocina de mercado, con algún guiño a otros lugares y empleando el mejor producto del mercado nacional, pero con profundo enraizamiento en elaboraciornes esencialmente sicilianas. Su local, pequeño, pero resultón y cercano (casi por centímetros) a Mercato Ballaró, no cae en los tópicos de la falsa trattoría de mantel de cuadros, ni en excesos de lujo. Resulta sencillo, limpio y fresco.
Su carta, no muy larga, muestra una pequeña selección de platos fundamentales como la caponata siciliana, los papardelle de'll Etna, la pasta fresca allo scoglio (marisco de roca) o all'Astice (con Bogavante), así como el Risotto alla Cagliaritana (con pulpo, tomate y pecorino sardo) aunque lo más interesante se encuentra fuera de carta, fruto del producto adquirido en el día
Reconozco que el vitello tonnato tiene su origen más al norte, pero es un plato al que no puedo resisitirme, y desde luego no me arrepentí, tanto por el punto de la carne como sobre todo por la delicadeza de la salsa de atún, sabrosa pero sin excesos. Todo en equilibrio.
El día que comimos había un ragú de ternera y cordero que me llamó especialmente la atención y que, por supuesto, se acompañaba de la pasta fresca a elección del comensal. En mi caso me decanté por unos fetuccini que estaban de escándalo, sosteniendo al dente un guiso realmente sabroso e intenso.
Me quedé con ganas de probar muchas cosas, pero con lo probado puedo afirmar que se trata de una cocina precisa, sincera, sin atajos y con mucho fondo.
La carta de vinos no es muy extensa, y se echa de menos algo de profundización en los vinos de Sicilia y del Etna, donde personalmente estoy descubriendo auténticas joyas como el Frappato de Occhipinti o todo lo de Tenuta Terre Nere, que me traen recuerdos de lo mejor de canarias.
Pues bien, a falta de un nerello mascalese al efecto nos fuimos a un valor accesible y siempre seguro con la pasta, la barbera, en este caso la de Prunotto 2012, plena de intensidad floral, frescura y peso de fruta. Combina de manera especial con los guisos que llevan tomate, hortaliza generalmente dificil de maridar.
Sobre postres, cosas interesantes dentro y fuera de carta. Nos decidimos por una pannacota de café que daba lo que cabía esperar, sin más.
En los precios la cosa no desentona, rondando los treinta si uno no se despista con el vino. Por la semana además, tienen un plato del día por nueve y pico.
Ostería La Norma
C/ Santa Engracia 26
Madrid
Tel: 912501894
2 comentarios:
que maravilla de sitio
http://senoritamandarina.blogspot.com/
Ciertamente, uno de los mejores italianos de Madrid, desde que desapareció Boccondivino. Y vd. como bien reseña, Casa Marco sería la otra opción.
Bien es cierto que los hay más caros, ero no mejores.
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