Creo que tal y como está el patio, aquellos que deciden crear nuevos negocios de hostelería, o refundar los antiguos con ilusión merecen sin duda todo nuestro apoyo. Al menos el mío.
Tal es el caso de La Sopa Boba un curiosísimo restaurante de la Sierra que, con buen criterio, ha decidido trasladar su negocio, de la rotonda algo absurda de Collado Villalba en la que se encontraba a un local, bastante resultón por cierto, en Alpedrete. Basado en limpios tonos blancos, de aspecto informal pero elegante y con un ambiente ciertamente surrealista. Por momentos se siente uno como si entrara en un cuadro de Dalí.
El cambio de emplazamiento le ha servido además para introducir una vuelta de tuerca divertida y vistosa a su oferta gastronómica, lo cual se empieza a vislumbrar desde la entrada, al ver los extraños platos que circulan entre las mesas, y se hace patente cuando se prueba.
El buen rato está garantizado ya que nada más llegar y mientras nos sumergimos en su carta variopinta, Fernando Limón nos entretiene con un aperitivo de Edamame (como si de un japonés se tratase) y un delicioso aceite portugués Principal Vintage, procedente de la misma bodega elaboradora del vino que luego comentaré, y que merece capítulo aparte. Además lo disfrutamos con los panes de Madre Hizo Pan, otro negocio al que merece seguirle la pista.
Todo esto sin poder evitar los constantes e inevitables giros de cuello al ver salir de cocina campanas humeantes, hogueras sobre pizarras y trampantojos varios.
Merced a la temporada nos decantamos en primer lugar por las sardinas con guacamole. Venían servidas sobre una rejilla sostenida con cantos bajo la que humeaban aromáticas ramas de tomillo y romero. Con ello un guacamole cremoso y técnicamente perfecto. Excelente comienzo.
Seguimos con unas zamburiñas, venían salteadas y envueltas en una lámina de panceta ibérica que se deshacía en la boca. El aderezo, una brunoise de verduras con aceite de oliva remataba francamente bien.
No pudimos evitar caer en las croquetas que con anterioridad nos encandilaron. En esta ocasión el relleno era un guiso de calamar sabroso y muy cremoso. Queda claro que la guardia sigue en alto.
El remate salado vino a saciar nuestra curiosidad con el lomo de una criatura llamada Pez Mantequilla. La mayoría lo conocemos en su versión niguiri, pero nunca se nos había presentado la posibilidad de probarlo a la plancha. Aunque su divertido y variopinto aderezo (cherry, ajo y calabacín asado, ensalada wakame, cebolleta y crema de salsa de soja) estuvo más que a la altura, el pez, en esta preparación, se hacía graso, duro y correoso, perdiendo toda la gracia sutil y untuosa que tiene habitualmente en crudo.
Nos acompañó de manera magistral durante todo el menú el Royal Loureiro 2010 de Paço das Palmeiras. Un vinho verde cuya botella, algo hortera, encierra una Loureiro franca, sabrosa y precisa, fresca y untuosa pero sin atisbo de la madera (creo que usada) por la que pasó nueve meses.
Y es que capítulo aparte merecen los buenos precios y, sobre todo, la originalidad de la carta de vinos de Fernando, especialmente en lo arriesgado de sus referencias internacionales, pero también las nacionales. Pude ver varias mesas con botellas de La Zorra, un vino de Salamanca que aun no he probado, pero al que tengo muchas ganas. Ha sido propuesto, y por tanto invitado, a participar en el RANKING, así que ya veremos…
Pero si originales son los entrantes, los postres no se quedan atrás. Entre la curiosísima y abundante oferta nos decantamos por un perrito de frambuesa, un fartón relleno de una fresquísima y etérea crema helada de frambuesa que nos divirtió de lo lindo.
Tampoco pudimos resistirnos al gin tonic, a base de ginebra de elaboración propia y una infusión de frutos rojos helada, también casera, como si de un sobre de Hornimans se tratase. Ligero, refrescante y muy rico.
Si además les digo que la cuenta no pasó de treinta y tantos por persona, creo que poco más puedo añadir.
Esto sí es saber reinventarse. Chapeau!.
11 comentarios:
Lo que se ve en las fotografías y lo que cuentas a ese precio es para que se ruboricen y se lo hagan mirar un número muy notable de restaurantes capitalinos.
Por cierto, ese precio es sin incluir el vino ¿verdad?
Saludos,
Jose
No no, si bien es cierto que todo fueron raciones a compartir (bien abundantes, como puedes ver), hablamos de precio con vino. Setenta y tantos euros dos personas.
Aunque de vez en cuando perdamos el norte, encontrar y destacar sitios como este ha sido siempre uno de los propósitos de esta humilde plataforma.
Pues no lo perdamos hombre, que ante tanto mamoneo, webs / blogs con este propósito son "contingentes y necesarias" ;-)
Saludos,
Jose
Amigo Jose, lo que cuenta Mariano es tan cierto como que yo estoy ahora escribiendo. Absoluto nivelazo a precio razonable : todos los postres a 4 euros, carta de vinos sin cargar casi margen (el negocio ha de ser la comida),.....esa es la clave....
Fernando es buen amigo, pero además es un gran artista.....
El Gin Tonic (y yo me dedico en parte a ello), el mejor que he probado....
Y de los vinos, gran carta a precios asequibles, de los cuales, muchos son de Moralzarzal (Exquisiteces La Riojana), tienda gourmet que no deberiais dejar de visitar, aprovechando la visita a Alpedrete.......
... pueeees se me quedan los ojos como el 2 de oros (8-o
Saludos,
Jose
Gracias Fernando. Tomo nota de La Riojana, a ver si me paso un día...
Saludos,
Respecto al vino tienes a su hermano Eminencia en Barolo, unos 22 euros, tremendisimo, de lo mejor que he probado ultimamente.
Con lo que cuentas y lo que retratas tomo buena nota del sitio. No cae en ruta habitual para mí pero hay que guardarlo en la memoria.
Por supuesto que el precio y la calidad no han variado, pero comentar que hay nuevos y fabulosos platos en la carta.
Cada día mejor, y seguro que cada vez ois hablar más de éste sensacional restaurante, para mí el de mejor relación calidad-precio de la Comunidad de Madrid, y ahora (hace escasos días) reconocido con el premio Emprendedores de Hostelería/Restauración.
Saludos.
El restaurante es fabuloso. Suscribo todos los comentarios favorables. La relación calidad/precios es muy ventajosa. Es necesario apoyar proyectos así.
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