De un tiempo a esta parte, y sin dar pasos en falso,
Santiago de Compostela se ha convertido en la capital gastronómica del
noroeste. Como si de una gran ciudad se tratase, han proliferado como setas
restaurantes y tabernas donde el producto y la cocina de nivel son una máxima y
las cartas de vinos de calidad que apuestan por la tierra, sin hacer ascos al
resto del mundo, una constante. Podría hablar de Pedro Roca, Abastos 2.0, A
Tafona, con Descorche, y A viña de Xabi si hablamos de vino, que se vienen a unir a
los que pusieron los cimientos, empezando por Marcelo Tejedor, y siguiendo por El Mercadito y, por supuesto, Acio.
Dejo para el final este pequeño local, en el que Iago
Castrillón a los fogones supuso un atrevimiento desde el día en que creó la
tapa que conmocionó Santiago, su interpretación de la sardina de San Xoan, un
escandalazo de sabor a costa de la tradición en la que se juntan las hogueras y
la llegada del pescadito azul, con toda su grasa. Una mente inquieta con la
constante preocupación de recuperar costumbres gastronómicas y actualizarlas
con platos como el olvidado pulpo secado al sol, en una escandalosa empanada. Todo ello recurriendo en
la medida de lo posible a su pequeño huerto y en ocasiones a preparaciones
foráneas que le permitan exaltar el producto.
En lo que a los vinos respecta, Eva Pizarro, una de las
mejores narices de Galicia, que año tras año vemos en la parte alta de la nariz
de oro, arriesga con una carta cosmopolita y divertida que, con especial
hincapié en lo mejor que se hace en Galicia, no tiene complejos en dedicar una
página a Champagne, a Jerez o a coquetear con finuras de Borgoña, el Loira o Rioja si hace falta.
Nuestra última visita allí fue corta, pero intensa y, pasado
el aperitivo con el que siempre reciben al caminante, nos brindó un sashimi
variado con una sardina antológica, caballa, y otro túnido cuyo nombre no
recuerdo. La justa compañía del nabo encurtido con alga fresca haciendo las
veces locales del jengibre y el wasabi. Tan delicioso como delicado.
Seguíamos primitivos y por tanto decantados a la onda más
cruda de la carta, por lo que la decisión estaba clara, el steak tartar, show
de corte y mezcla a lo Madrid años ochenta incluido. Aderezos al gusto del
consumidor, donde sobre los clásicos (alcaparra, cebolleta, yema de huevo crudo,
mostazas...) se incorporaba la anchoa.
Tras la mezcla nos emplataban la colorida carne acompañada
de un sutil helado de mostaza, haciendo un conjunto potente pero sabroso, muy
fresco y en absoluto cansino en el que la estrella era la calidad de la ternera.
Aunque hasta aquí nos acompañaba de forma excelente, la
terrible sauvignon blanc de Crochet en Sancerre, con la
Cuveé “Les Amoreuses” 2010, que es una saeta de mineralidad y acidez
crujiente, con el tartar resultó una combinación tan atroz, en la que el vino
adquiría un sabor metálico francamente desagradable, que decidimos hacer un paréntesis
con un valor seguro, el fino Inocente, cuya salinidad en combinación con sus
notas de frutos secos, acompañó de maravilla al tartar.
Cerramos el paréntesis y volvemos a Crochet, que nos
seguirá, ahora sacando pecho, con un arroz meloso con Capón de Vilalba, en el
que el arroz se llevó la mejor parte, demostrando un fondo sabroso y trabajado,
pero el capón quedaba algo seco, echándose de menos la jugosidad de las carnes
disfrutadas con anterioridad en esta casa, aunque entendiendo que al capón le
proceden largas cocciones.
Y aunque uno no es de postres, resulta difícil resistirse a
la propuesta de Acio, especialmente si hay fresas con nata. Ambas de verdad, y
no de esas de atrezzo que tienen en el súper.
Sabor más sabor en una
combinación que no descubre nada nuevo, salvo el toque gamberro de unas
crujientes rodajas de fresa seca que coronaban el plato y daban el toque final
al pequeño festín, siempre en la franja de los 40 euros salvo que nos
emocionemos con el vino.
Mi problema con Acio es que hacen que me cueste probar
sitios nuevos en Santiago.
13 comentarios:
Dios mío pero que buena pinta tiene todo!!!
Y que razón tienes, no hay nada más complicado que encontrar unas fresas de "verdad" ;)
Dices de tu problema con Acio... ¡Mi problema con Santiago es que cuando voy no doy abasto para visitar sitios! (Quién pudiera tener a menudo problemas así ¿verdad?)
Bromas aparte, Acio me pareció un buen sitio para comer con una carta de vinos atrevida sobremanera. Me alegra que siga en buena forma... sobre todo porque vuelvo a Santiago pronto.
No puedo hablar de Acio porque la subjetividad llevada al terreno de la amistad puede resultar tan positiva como negativa a ojos del lector menos avezado ...
Pero quien me conoce sabe que para mi esta entre los cuatro o cinco mejores sitios donde se puede comer en Galicia, así sin mas...
El Stick Tartar, a farta de mejores recursos estilísticos... me parece acojonante¡¡
Ya te digo Jorge, creo que se podria comer un mes entero en Santiago, flipando y sin repetir.
Buf, ni fresas ni tomates ni melones ni pepinos... entre eso y la prima de riesgo ganas me dan de irme al pueblo a vivir de mi huerto...
Jose, creo que la unica posibilidad de haberlo mejorado hubiera sido en temporada de trufa, que cuando Iago la pilla, hace maravillas...
Coincido...miedo me da ;-)
Mariano, coincido contigo, voy siempre que estoy en Santiago y es una gozada, una gran cocina, un gran trato , que más se puede pedir? Me alegro mucho de leer esta entrada, un abrazo.
Carlo
En efecto Carlos. Solo eché de menos en la carta- salvo error por mi parte- haber visto Viña Regueiral. Un abrazo!
Buuuf que buena pinta ese steak tartar, madre mia con lo que a mi me gusta!!!
Hace unos días un amigo pasó unos días en Santiago por trabajo y vino alucinado de la excelente oferta gastronómica que tuvo la suerte de disfrutar. Desde entonces no para de insistirnos de que tenemos que ir el grupo de amigos a Santiago a pasar un fin de semana enogastronómico. Tomo nota de los que has listado, y a este Acio vamos a ir seguro!!!
Yo tuve más suerte con ese arroz con capón de Vilalba. Fue tremendo.
Mariano, viste bien, no está en la carta...esperemos que ahora que nuestros amigos de Delectos en Santiago, tienen en su catalogo Viña Regueiral consigan introducirlo en sitios como Acio.
Saludos
Pep, tu amigo tiene mas razon que un santo... hazle caso je je
Publicar un comentario