Me refiero a ese tipo de gente con la que siempre es un buen momento para estar, porque será enriquecedor, divertido, apasionante, o todo junto. Son esos sujetos a los que uno siente apego desde el primer minuto en que los conoce. Llevado esto al apartado gastronómico, se trata de esas personas con las que uno sabe que comerá bien, sin duda en excelente compañía, beberá mejor y disfrutará seguro.
Quien conoce a Rodri, a Rodrigo Méndez, seguro que sabe de qué hablo. En todos los sentidos.
La última velada que disfrutamos con él fue, como siempre, excelente. Pero además nos descubrió un hermoso templo, uno dotado de una parrilla en el altar y que se llama O Muiño da Chanca, en Dena (Meaño), muy cerca de los viñedos de Rodri.
Olvidense aquí de barroquismos, ceviches, semifríos y deconstrucciones, aquí hay producto, buen fogón, y manos que saben manejarlo.
Lo primero, aquello a lo que íbamos, un bacalao antológico, casi mítico. Atlas de lo que debe ser este pescaditoo a la brasa. Justo de sal, cubierta tostada, corazón jugoso, ese punto dulce y crujiente de la cebolla para compensar la potencia del salazón desalado, y una patata cocida sencillamente perfecta con esas aceitunas negras que no pueden faltar.
Lo segundo, la sorpresa, y adelanto que soy de los que piensan que el pulpo á feira es la máxima expresión del cefalópodo y el resto son meras estupideces con las que irse por las ramas.
Pues no siempre.
Allí disfrutamos del mejor pulpo a la brasa que he probado jamás. Aunque esto a priori no es decir mucho, ya que los antecedentes dejaban bastante que desear, quiero dejar claro lo que disfruté con este plato. En su punto de dureza, un corte fino y delicado y, sobre todo, rebosante de sabor, realzado por los tostados de la plancha y genialmente rematado con ajo, perejil y aceite de oliva crudo. Tan sencillo como perfecto.
Y como con Rodri las cosas nunca van a palo seco, entre otras joyas de la añada 2010, pudimos probar una primicia, todavía fuera del mercado, llamada Goliardo Caiño Finca Genoveva. Imaginen la máxima expresion de esa variedad, catalizador del terruño, que es la Caiño, sublimada en las cepas más viejas y mimadas de Doña Lola, de quien pueden leer más y mejor aquí, y a cuya abuela debe su nombre la finca.
¿Que en qué se traduce esto?, pues miren, en eucalipto, en fruta rojísima y rabiosa, en mineralidad, en frescura, profundidad, ligereza, elegancia, rotundidad, longitud y, sobre todo, tipicidad y terruño.
Un vinazo con todas las letras que he tenido la enorme suerte de probar, ya que habrá pocas botellas e imagino que bofetadas por ellas. Lógico.
9 comentarios:
Por todos los dioses, Mariano, estas coaas se hacen pero no se dicen!!! ¿Y qué pasa ahora si el común de los mortales, que tenemos ya sublimada a Doña Lola, no podemos bebernos el zumo de sus altas, viejas cepas, porque no llega para todos!!!???
Una nueva dirección a tener en cuenta (sobre todo para un loco del bacacalo como es un servidor), pero ya entiendo que sin la compañía adecuada (que sois vosotros), la cosa pierde enteros...A finales de mayo, primeros de junio vuelvo por tu tierra y, ya puestos, aterrizaré en Vigo y a ver si nos damos algúnq ue otro homenaje, entre compromiso y compromiso que tenga.
Un abrazo, también si ves a ese mosntruo de Rodri!!!
Joan
Vaya vaya, que sorpresa este vino de Rodri. Recuerdas si lo probamos en noviembre cuando estuvimos el la bodega?.
Blogger nos está haciendo una enorme faena, antes marcabas la casilla de seguir comentarios por correo electrónico y te llegaban al mail sinedo mas fácil seguir los hilos. Ahora lo han quitado y hay que entrar para mirar.
A ver si alguien sabe si esto tiene solución porque cuando sigues muchos blogs....
Oye, tu dime fecha y yo hago lo posible para estar por alli. Y a ver si visitamos a Doña Lola...
Un abrazo!
Yo aseguraría que si lo probamos. Me atrevo a decir que fue la tercera barrica de los tintos, al fondo. No veas como le ha venido la botella... y lo que le queda.
Y lo de Blogger no tiene nombre.
Amigo Mariano, no he podido aún probar nada de Rodri, pero O Muiño da Chanca es uno de mis sitios preferidos cuando quiero darme un buen homenaje de pescado. Efectivamente, el pulpo a la brasa que preparan es impresionante, pero el rodaballo o la merluza a la brasa son de quitarse el sombrero, y recuerdo una zamburiñas de chuparse los dedos varias veces.
Buen descubrimiento has hecho.
Saludos.
Jo S. pues lo primero que encuentra uno al entrar son los vinos de rodri en los estantes, con ese flamante magnum de espadeiro sobre la chimenea... Prometo volver y profundizar en tus sugerencias.
Saludos!
Esto de blogger no tiene sentido, sólo pasa con algunos y con el móvil no sucede, en fin.
Los do "Goliardos" permanecen en mi memoria sensitiva, tras haberlos probado en diversos eventos.
Nunca me han dejado indiferente -para bien- y tengo la espinita de no haber disfrutado de una botella de cabo a rabo.
Por cierto, me ha llamado la atención ese flechazo con el octopus.
Yo he probado una preparación similar y también muy salientable en mi última visita a A Gabeira.
Digo que me ha llamado la atención, por que también me sorprendió que me agradase tanto un plato que, a priori, se anticipaba un pelín a sobado.
Otro aspecto interesante del pulpo es que ofrece múltiples posibilidades para los maridajes.
Bueno, ya me callo, que ya parezco comercial de un almacén de pulpos jejejee
Me da la impresión que lo del correo y Blogger es una cagada en toda regla. Está claro que todo es susceptible de empeorar.
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