jueves, 27 de octubre de 2011

Llega el Sundance del Vino... VIÑERòN 2.0


Quien haya leído con detenimiento la convocatoria que en su día hicimos del Ranking, recordará que anunciamos sorpresas.

Pues bien, aquí está la más ambiciosa.

Y es que cuando uno se rodea de gente profesional y llena de entusiasmo, cualquier gesta le sabe a poco porque quiere ir siempre más allá. De esta forma nace Viñeròn 2.0, o de cómo unir terruño, pasión por el vino y saber hacer, en un marco actual y vanguardista. Un proyecto de María Fechoría en el que me enorgullece profundamente colaborar.

Si me preguntaran, ¿qué es Viñeròn 2.0?... pues miren, les diría que no es ni más ni menos, que una pequeña gran feria vinícola.

Pequeña, porque su objetivo es lo artesano, lo escaso, lo personal, lo indie, tal vez lo freak la búsqueda del viticultor por encima de la gran bodega y del terruño sobre la cadena de producción. 25 agricultores del vino que conocen y aman cada una de sus parcelas, que trabajan con sus propias manos, pero que también son hombres de tiempo su tiempo y que disfrutan dando a conocer al mundo su trabajo.

Grande, porque creemos que los que vienen son los mejores, y que por primera vez se unen para dar a conocer sus vinos sin otra parafernalia que su trabajo, sus manos y un pedacito de su tierra que les acompañará, para que podamos entender un poco más el resultado de su esfuerzo. El asistente podrá probar todos y cada uno de los vinos de estos productores y aprovechar para intercambiar impresiones con ellos in situ.

Ahora imagino que el lector habitual se preguntará ¿qué tiene que ver esto con el Ranking?. Pues bien, Viñeròn 2.0 será la flamante sede en la que se entregarán los premios a los clasificados de la Segunda Edición del Ranking, y donde, además, los vencedores tendrán la oportunidad de dar a conocer también sus vinos a todos los asistentes.

Aunque pueden saber más aquí (especialmente sobre cómo asistir, para aquellos que estén interesados), les doy unas claves:

Fecha y Lugar:

Sábado 26 de Noviembre a partir de las 17:00 en Pepe Vieira: Camiño da Serpe.

Agenda:

- 17:00 – Descorche: recepción de asistentes y comienzo de la degustación de vinos.

- 21:30 – Entrega premios del evento “Los 10 mejores vinos por menos de 10 euros”.

- 22:00 – Envinando: cocktail servido por el restaurante Pepe Vieira.

- 23:00 – María Last Drop: un gin-tonic para despedirnos.

- 24:00 – Fin de fiesta


Aunque no contamos con el apoyo de Robert Redford (aunque si se quiere apuntar, invitado está), sí hay un montón de gente, de profesionales como la copa de un pino, que trascienden a este triste servidor, y que se han volcado en el proyecto desde la idea de que quedan muchas caras del vino por mostrar y consolidar en este país, y una de ellas es sin duda la del viticultor pegado a su tierra.

Si conseguimos que una sola persona se impregne de esa idea tras asistir a la feria, sin duda, habremos triunfado.

Allí les espero.



domingo, 23 de octubre de 2011

La Central Mexicana


Recapitulando un poco sobre los restaurantes comentados en estos años de blog, compruebo con sorpresa que aun no he dedicado ninguna entrada a una cocina de la que soy fiel devoto, la mexicana.

Sin embargo, todo tiene su explicación, y es que uno de los grandes problemas que tienen esta cocina y su prensa son, precisamente, la mayor parte de los restaurantes que se visten de Pancho Villa.

Que levante la mano aquel que no haya sufrido quesadillas congeladas, guacamoles insípidos, guisotes insulsos y enchiladas grasientas y sin sabor. Para salir corriendo, vamos.

Sin embargo, hay sitios y esperanza. Aunque no lo llegara a comentar en su día, el año pasado descubrí un magnífico representante llamado Tepic, y este año la sorpresa fue (ya voy por la tercera visita) La Central Mexicana, en Pozuelo de Alarcón.

No sé que me pasa en estos sitios, que el ansia me puede y no tengo tiempo de hacer fotos ni de reflexionar sobre ningún plato. Simplemente, devoro.

Por eso no me centraré hoy en ningún plato, aunque sí quiero dar algunas pistas, empezando por las margaritas, que sin duda son las mejores que he probado. Perfecta de alcohol y acidez. Todo en su sitio y acompañando perfectamente a esos nachos que ponen de aperitivo.

Aunque ya que estamos con nachos, y como los del aperitivo siempre saben a poco, quizás vale la pena pedirlos a mayores. Quizás sea algo más gringo que mexicano, pero vienen cargaditos de queso, frijoles y un fresquísimo guacamole que hace la boca agua...

Para continuar, pues que les voy a decir, me encantaron las sopas, prescindible la ensalada de queso y jalapeños, deliciosas quesadillas y flautas, sabrosas y bien fritas, bien los tacos, geniales las enchiladas y, como en todos los mexicanos, postres sin demasiado interés salvo a quien, como a mi mujer, le fascinen las crepas con cajeta.

Y para acompañar, aquí las especias, el tomatillo, los picantes y el maiz son capaces de destrozar a la mismísima Romanee Contí, así que una cerveza bien fresquita es para mí el mejor maridaje. En la línea coronitas y cía. la Pacífico clara es mi favorita.

Además la cosa difícilmente superará los veinte euros por persona. Para tripitir, si se me permite el palabro.


La Central Mexicana
C/ Atenas 2
Pozuelo de Alarcón


miércoles, 12 de octubre de 2011

Sonata de Rioja y calamar


No sé por donde empezar, así que empezaré por el vino.

Miren, uno tiene multitud de defectos, pero si de alguna virtud dispone, es de la paciencia. Por eso acostumbro esconder ciertas botellas que me han llamado la atención por su potencial, con el fin de olvidarme de ellas y, como si de una cápsula del tiempo se tratasen, abrirlas muchos meses después.

Allá en 2006 tuve la suerte de conocer un auténtico Château en Rioja llamado Heredad Baños Bezares. En Briñas se encontraba esta bodega pequeña, familiar, con uva de propiedad y creciendo en los alrededores de la casa salvo- claro- por el río que también hacía linde. Mimo en la selección y con todas esas cosas que los frikis valoramos en un productor.

En su día pudimos probar un crianza y un reserva tintos francamente interesantes, directos y listos para beber. Y así fueron cayendo las botellas que nos llevamos...

Sin embargo, fue su blanco de viura, fermentado en barrica, el que entonces me llamó poderosamente la atención. Se llamaba Gran Bohedal Blanco FB 2006. Lejos de la exhuberancia, era un blanco cerrado, seco, apretado, pero con mucha boca y una soberbia acidez que lanzaba promesas. Por eso decidí guardarlo y darlo por perdido durante algún tiempo.

Aguanté, o más bien me olvidé de él durante cuatro años. No está mal.

Cuando nos volvimos a ver, ambos habíamos cambiado.

Yo, a peor. El vino, a mejor. Se mostró dorado y brillante, muy complejo en nariz, con notas de melocotón maduro, mieles, anís, coco y lemongrass. Potente y robusto en ataque, pero con el predominio de las sensaciones cítricas que recordaba años atrás de su formidable acidez. A su paso muestra volumen, tensión, músculo. Amplitud de largo recorrido. Profundidad que va dejando un reposo cítrico, con más rastro de su evolución en notas de orejón y avellana.

Una auténtica pasada que acompañamos con un guiso reposado, de los de toda la vida. Sofrito de pimientos y cebolla bien trabajado. Patata segoviana y guisante. Trabado con un vino blanco y a cocer sin prisa y a fuego lento, en un buen fondo de cabezas de pescado y marisco, bien tostadas. El protagonista, ese calamar de potera que hace salibar...

... Y por supuesto una viura que nos hace recordar que antaño Rioja era tierra de blancos.

Pero como no puedo dejar pasar un post sin recordar esto del Ranking, diré que en su día costó 5 euros y que, por lo que veo en la tienda on-line de la bodega, sólo ha subido cincuenta céntimos desde entonces. Y como es difícil dar más por menos, especialmente si se tiene paciencia, espero que los de Heredad Baños Bezares se animen a participar en el certamen.

Ojalá todos fueran así...


Quien me conoce bien, sabe que con frecuencia me asaltan las dudas en cuanto a muchas cosas, y todo esto del Ranking, tampoco es una excepción.

Me pregunto si acaso no será negativo que, dentro de nuestras limitadas posibilidades, podamos invitar a pensar a alguien implicado en todo esto del vino, que el precio puede estar por encima de la calidad, que las barreras psicológicas puedan hacerse superar aumentando la producción, o que vender vino en los supermercados - con lo que ello conlleva- pueda tener más ventajas que inconvenientes.

Las dudas en sí, no son agradables, lo confieso. Generan una situación de desazón e incomodidad que no es fácil de explicar, pero sí difícil de soportar. No obstante, cuando uno les encuentra respuesta, el relax que obtiene es muy similar a un buen bocado de chocolate negro o, en este caso, al aroma de un buen vino.

Especialmente placentero es cuando uno encuentra la solución a esas dudas en una copa. Su contenido se llamaba Saint Jacques, de apellido Ultreia. Como sus hermanos mayores. Él, de 2009 y, el añadido de poder presumir que fuera un regalo personal de Raúl. Un amigo.

Aunque ahí esté la clave de mi visión, no diré el irrisorio precio al que esta joya sale de bodega. Tampoco profundizaré, aunque quiero, en sus preciosos tonos y aromas de cereza, ni en su mina de lápiz, tampoco en esas violetas que arrastra, en su arrebatadora frescura, ni insistiré en que se trata de una de las mencías más sabrosas que campan (más bien diría, vuelan) por este país.

Solo quiero decir bien alto que ojalá todos los básicos de una bodega fueran así. ¿Se imaginan?. Poder disfrutar de un vino fresco, complejo, auténtico, evocador, sincero y delicioso, aunque hoy sea miércoles, y mañana haya que trabajar. Pero no importa, porque con los diez euros que guardo en el bolsillo, compraré otra botella, y tendré de sobra para desayunar.

Y es que con ilusión y por poco más, también se pueden hacer bien las cosas.

Eso me lleva además a otra decisión sobre en la que en ningún momento albergué dudas, y fue aquella de haber escogido a María Fechoría como compañera de viaje en esta aventura del Ranking.
Y es que aunque uno, que los conoce desde dentro, lo tiene claro, no está de más decir en voz alta que sus "socios" son los flamantes ganadores del premio "Mejor Desenvolvimiento 2.0" que otorga la Edición 2011 de Innova G a nivel Galicia. Felicidades.


martes, 4 de octubre de 2011

Silabario: deliciosa frontera


Aunque estamos en plena (y absorbente) organización del Ranking, soy consciente de que no a todo visitante de esta humilde plataforma tiene por qué interesar un concurso de vinos. Por eso, y porque el espectáculo debe continuar, me voy a permitir irme un rato por otros derroteros.

No voy a descubrir a estas alturas lo que ha supuesto la irrupción del Grupo Nove en la gastronomía gallega y, ¿por qué no? también en la española. De hecho, si uno quiere hacerse un completísimo recorrido por todos los restaurantes que lo conforman, no puede dejar de visitar el blog de Daninland.

Y por eso también yo me limitaré a dar unas pinceladas de lo que fue mi último descubrimiento en esta firma de cocineros, que anticipaba algunas entradas atrás, y que vino a producise en Silabario, el “representante” del grupo en la hermosa villa de Tui.

Desde la entrada de este vistoso local, de corte minimalista, puede atisbarse la inquietud del chef por lo que en vino se mueve en Galicia y en el resto del mundo, cuestión que viene a ratificarse en su curiosa, amplia y bien escogida carta de vinos.

En cuanto a la carta normal, pese a que nos proponía un menú degustación, terminamos inclinándonos por probar alguna de sus preparaciones a demanda, concretamente nos llamó la atención una empanada de bonito fresco que termino por ser, tal y como indicaba algunos posts atrás, una de las mejores que recuerdo. Bonito en su punto, delicioso guiso y una masa crujiente y sabrosa.

Pero empecemos por el principio que fue la cata de aceites y mantequillas que acompañamos de pan de la casa. Materia bien escogida, pero que quizás resulta algo excesiva si uno pretende probar varios platos.

Muy bien los bocartes del aperitivo, con una finísima tostada, algo más confusa la espuma de vodka que coronaba el bloody mary.

Excepcional el matrimonio entre el huevo, y el centollo con sus huevas, fresco y limpísimo de obstáculos. También muy bien la vieira con guisantes, aunque ésta sorprendió menos.

El mayor impacto fue el San Martiño asado en costra de sal aromatizada con pimientas y algas. Aunque el nombre lo explique más o menos, aclarar que se trata de un lomo de este pescado de roca tan delicioso como difícil de cocinar correctamente; un golpe de plancha lo marcaba y el resto del calor necesario lo ponía el lecho de sal ardiente que llenaba además al lomo de una amalgama de profundos aromas a mar y pimienta. El acompañamiento magistralmente escogido, una pipirrana que daba frescura y sutileza a cada bocado. Genial plato.

Estaba tan centrado en esta preparación que ahora no recuerdo qué fue lo que pidió mi señora. En cualquier caso, tras tanta roner, cocción a baja temperatura y demás técnicas, es muy gratificante verse sorprendido a estas alturas con la cocción de un pescado en Galicia, y más si es una vianda tan deliciosa como esta.

A la hora de elegir el vino se me partió el corazón, ya que se sucedían en la carta todos los pequeños productores gallegos que son para mí los incunables, pero es que cuando en una relación encuentro la magia de Leflaive, y encima a un precio accesible, no puedo evitarlo. Lo siento. Esta es la excusa para haber traspasado la frontera e irme a Mâcon-Verzé con un Villages que estuvo más soberbio en cada minuto que pasaba con nosotros.


Lo del postre merecía capítulo aparte, y es que la reinterpretación la Bica (mi bizcocho favorito) en su versión “Sticky toffee” con crema de leche cruda, azafrán y sorbete de mango era, tan pecaminosa como imagino que calórica.

También probamos una sabrosa, aunque menos intensa y personal, crema catalana de leche cruda con manzana del país y sorbete de manzana verde.

Muy bien los petit four, salvo el caramelo que se pegaba demasiado a los dientes, donde destacaba una intensa trufa y, sobre todo, la teja.

En resumen una propuesta culinaria de cocina de base con fuste suficiente como para permitirse innovaciones sin perder el norte y además divertir al comensal.

Para volver, y pronto.

Mientras tanto, seguimos con el ranking. Aun pueden hacer sus apuestas...

Vinos y lugares para momentos inolvidables

Galicia entre copas, SEGUNDA EDICIÓN

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