martes, 12 de octubre de 2010

Sé lo que bebí el último verano...(1)

Pues nos ha j... mayo, si no lo sé yo, quien lo va a saber. Parece mentira que sigamos hablando todavía del verano, pero es lo que tiene el tiempo de vacaciones, que bien aprovechado, da para mucho.

Por cuestiones del pecunio, hablaremos aquí y en el blog paralelo en los próximos días, de lo que este verano nos sorprendió.

La cosa empezó con nuestra salida de Asturias que, en el camino, nos llevó de paso por la Ribeira Sacra y por la visita obligada a los hermosos viñedos de José María Prieto, donde vimos la sorprendente influencia de las orientaciones en la maduración, y su importancia en el resultado final, mayor, si cabe, que la edad del viñedo. Ratificamos además la enorme influencia que las características de la añada ejercen sobre el vino, no habiendo químicos que las maquillen, ni enólogos que lo regularicen.

Probamos el aun joven 2009, todavía en depósito pero revelador de un año duro, difícil y cálido en exceso en una zona donde el sol no da un respiro y no deja lugar al que escapar.

Y llegó la sorpresa con Régoa 2008, fiel recuerdo de un año amable, que nos ha regalado un vino fresco, equilibrado y muy bebible pese a no haber llegado todavía a su momento. Al contrario que sus antecesores, con solo acercarle el rostro, te dice de donde viene, el año que ha vivido, y el tiempo que le queda por delante. En una línea parecida al 2006 (tras una hora abierto) y muy lejos de el difícil 2007, es para mí, sin lugar a dudas, el mejor vino que, hasta el momento, ha salido de la bodega. Si lo pillan, hagan acopio. Vinazo con todas las letras.

Con una sonrisa de oreja a oreja, fruto de la amabilidad de José María y Sra., y de lo mucho que disfrutamos en esa fantástica taberna que ha montado la D.O. (otras con más alcurnia en Galicia, deberían tomar nota), nos fuimos a conocer el proyecto de los hermanos Pérez, Viña Naz, situado en la pequeña demarcación del mismo nombre.

Todavía en Amandi, algo más alejados del Sil que Régoa, pero bajo su influencia, y en pendiente extrema, Roberto y Oscar heredaron un viñedo de ensueño. Suelos pobres hasta lo miserable, viñedos de más de medio siglo de mencía (90%), con algo que garnacha y tempranillo, que se autorregulan en una bajísima producción, y una plantación vecina atiborrada de abonos y porquerías que les separa de la agricultura ecológica.

Media hectárea de viña en bancales, de las cuales tuvieron que salvar 2000 metros abandonados, y que fueron replantados hace seis años, por lo que la producción ahora mismo es prácticamente toda de la zona antigua. Por lo demás, dejo las palabras de Roberto, que ilustran mucho más de lo que un servidor pueda adornar:

La poda es toda a cotón, no dejamos varas. Dan menos, pero es más sabroso. Además la viña siempre anda un poco escasa de abono, por aquí siempre se ha dicho que el vino es mejor.- No damos herbicida; esto es un tema de principios. Cuando tiene mucha hierba le pasamos una desbrozadora y queda como nueva.

En cuanto a la bodega, sinceramente no hay mucho que contar. Despalillamos y una vez que acaba de hervir lo tenemos unos días en el bagazo y luego se pasa a limpio. Lo que sí seguimos a rajatabla es el libro de agricultura biodinámica para las trasiegas (a parte de la luna adecuada pues que el día sea claro). Las trasiegas las hacemos a mano y procurando que el vino no se airee ni mace mucho. Los depósitos son de acero, tenemos cubas de madera viejas pero son de las de toda la vida y es imposible hacer algo medianamente bueno en ellas.

Este año el vino tiene 14 grados y el del año pasado tuvo 13,5. Nuestro vino es algo diferente cada año, depende de cómo venga el año. La viña da al naciente y está en la "barriga" de una montañita, por lo que es la zona más seca y ventilada.

Mucha viña. Poca bodega, qué mas se puede decir.

El resultado de esta humilde explotación, que a día de hoy ve pasar su segundo año de vida, es, por el momento, un excelente vino joven, honesto y sincero, muy varietal, con frutas muy maduras, cerezas en licor, hongos frescos, y esos aromas minerales que producen dos rocas al golpearse. Terroir.

Muy carnoso en boca, frente a ciertas agüillas fruto de la sobreexplotación que abunda en la zona. Taninos recios pese a su joven vinificacion, que revelan una materia prima con carácter. Goloso, pero bien armado (masticable a veces). Fruta en sazón, tremendamente bebible, aunque también víctima del 2009, an terrible, que comentábamos antes.

No me cabe duda de que el oficio, sucesivas añadas, y ese toque de suerte, harán de este hermoso proyecto una aleccionadora realidad de calidad y terroir.

Continuaremos mañana...

7 comentarios:

Sibaritastur dijo...

Mariano, a ver si consiguo ese 2008 de Régoa, estoy seguro que Jose María hará mejores cosas con el tiempo.
Donde no estamos de acuerdo es con Naz, pero si que me gustaría seguir la trayectoria de esta gente.

Carlos Rodriguez dijo...

Hola Mariano, suscribo el comentario de SB, creo que hemos probado distintos vinos cuando se trata del mismo....

Mariano dijo...

Jorge, Carlos:

Si ya por separado poseeis mucho mejor criterio que el de este triste juntaletras, qué decir si estais de acuerdo. Pues que posiblemente yo esté equivocado. Sin embargo, cuando conocí de cerca el viñedo, me empapé de su historia, probé el depósito y la añada anterior, me gustó la esencia. ¿Que hay calidez? De acuerdo, pero pocos se salvan de la 2009 ¿que hay defectos? Por supuesto, y mucho que mejorar, pero sigo pensando que lo que hay detrás es bueno y yo ya sólo puedo verlo algo mediatizado y desde el cariño.

Sibaritastur dijo...

Mariano y Carlos, no era mi intención hablar sobre este vino de forma que no añadiré mas al respecto. Lo que si tengo claro que que con gente así el mndo del vino sería otra cosa, otra cosa mejor.
Me gustaria seguir su evolución en la proximas añadas.
Y Mariano, el peloteo dejelo usted de lado, que yo pienso de su criterio y del de Carlos lo mismo, jajajajjaja, abrazos

Carlos Rodriguez dijo...

Efectivamente, el proyecto está empezando y probablemente, ojalá, de buenos resultados en un futuro. Pero como dice SB, tampoco se trata de hablar ahora de Naz, yo en el blog no comenté nada por eso, por respeto y a la espera de nuevas añadas.
pd: ahora que, nos damos unos besitos...jaja
Saludos

Vicente V dijo...

Desde luego por lo que cuenta Mariano, merece la pena seguir lo que hace esta bodega. Productores de esta honestidad son muy buenos para el panorama enológico español. Ojalá le acompañen los resultados, y yo tenga acceso a ellos, que por Madrid no es fácil conseguir esos vinos.

Mariano dijo...

Hola Vicente,

Queda mucho por hacer, pero creo que la linea de trabajo de esta gente, es buena.

Y para probar estos vinos raros, nada más facil que permitir a este invidado organizar la próxima cata "despeñada" , je je.

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