Hubo suerte, y podía recibirnos, por lo que un fugaz paso por casa me permitió echar mano a un par de botellas bien frescas. Y si vamos al restaurante de un amigo, pues llevamos los vinos, de otro amigo.
Como siempre, el chef calmó nuestro apetito inicial con su siempre solvente batería de entrantes liderados por un refrescante salmorejo.
Empezamos entonces con un Leirana A Escusa 2008, el Rías Baixas al que la casualidad de su elaboración le hizo entrar en la categoría de los mejores albariños que se han hecho, y no lo digo yo solo (también otros como Manuel Gago, Sibaritastur, Adictos a la Lujuria...).
Y si bueno era hace un año, ahora no les quiero ni contar, con la acidez muy presente, pero ya más domesticada, y dando rienda suelta a su potente fruta y a su mineralidad cada vez más germana. Eso sí, sigue siendo recomendable- quizás más aun- jarrearlo un poco antes de servir.
Con la comida se crece, y tras aguantar impasible los envites del vinagre de una ensalada con queso de cabra y compota de naranja, llegó la cima. Un arroz con erizos y algas recomendado (casi exigido) por David, plato que hizo el silencio y después pidió dos orejas y el rabo. Puro socarrat, concentración, mar, punto al dente y equilibrio.
Miramos al vino, él nos miró a nosotros. Estaba claro, no había lugar a medias tintas, o triunfaba o el blanquito se quedaría en paños menores. Probamos. De nuevo se hizo el silencio. Una bocanada de aire fresco con el hilo conductor de la salinidad, pues el albariño se hacía fuerte respetando, limpiaba sin sustituir, pidiendo otro bocado, y este otro trago. Sencillamente brutal, porque nunca atlántico y mediterráneo se entendieron tan bien.
Pero no acaba aquí la cosa, quedaba la parte más hardcore del almuerzo, pues mientras me entretenía mirando el show coral de la hamburguesa ibérica que le servían a mi novia... ...apareció el plato sin concesiones, un soberbio steak tartar sin concesiones. Y si antes pedíamos orejas y rabo, ahora no podemos pedir otra cosa que el indulto, carne bien fresca, picado digno de un samurai y aderezo al milímetro todo en su sitio para hacer las delicias de los carnívoros de verdad (como lo es un servidor cuando hay luna llena).
Y aquí donde los “tinto reserva” quedan en pelotas ante el ataque del huevo, la cebolla y las alcaparras, no estuvo mal el aun novillo Leirana, pero había que sacar la artillería pesada, un Bastión de la Luna Tinto 2008, morlaco, astifino, lucero y primogénito de Rodri, que aunando la fuerza de caiño y loureiro es un ejemplo de terroir bordado con tiralíneas. Aquí las variedades ceden sin desaparecer en beneficio de un fin más elevado como lo es la máxima expresión de un auténtico tinto Rías Baixas.
Armado a unos 15 graditos de temperatura, con su soberbia acidez, y sus escasos 12,5º de alcohol, tras un bocado del tartar, la fusión es sencillamente perfecta. El cuerpo del vino es capaz de sostener el potente bocado sin perjudicar ni un ápice de su delicadeza, y al tiempo, con su carácter salino y mineral refresca e incluso “adereza” de alguna forma la carne, que, tras un trago, da lo mejor de sí. Aunque a mitad de camino ya estábamos llenos, era imposible no terminarse esa ambrosía.
Parece increíble que dos amigos que no se conocen- bueno, en realidad sus trabajos- se puedan llevar tan bien.
10 comentarios:
No sabia de la existencia de ese Bastión, a ver cuando cae en mis manos.
Hace unos días tuve la oportunidad de beber algunos de sus vinos, impresionante como está el Caiño 07 y el Loureiro 07 aunque mas este último.
Probé ese a excusa y no se si fué la botella por lo que tu dices pero vivió mejores tiempos. Y el leirana 09, no puedo con esa tremenda acidez, mejor dejarlo 3 añitos esperando.
Hola Jorge,
El Bastión es algo más difícil de encontrar fuera de Galicia. Imagino que algo hay, pero en cualquier caso a ver si llevo una botella cuando pase por Asturias.
Sobre Leirana A Escusa, no cabe duda de que ha mejorado y mucho. Es un cañón. El problema es que, por su particularidad, acusa mucho una mala conservación o una falta de jarreo previo.
Y me temo que no coincidimos con Leirana 09, para mí está genial ya. De hecho a Rodri no le gusta mucho (para evolucionar) porque lo encuentra CORTO de acidez!
qué cosas...
Mariano pensé que había probado ya el 09 pero reviando notas era 2008 osea que me retracto del comentario.
De todas formas con igual Rodrí se refiere a una evolución muy larga en el tiempo como alguna botella de mas de 20 años que tiene guaradad por ahí.
Del A excusa quizá fué la botella ya te digo porque el recuerdo de su día me impresionó.
Ohhh!!! lo que he disfrutado comiendome y bebiendome tu crónica, digo leyendo tu comida...Digo...
A la lista de pendientes!!!
Besotes!!!
Buenas señor; está usted alcanzando unas cotas de virtuosismo explicativo que leerle tras 11 horas de trabajo nocturno implica mas de un patinazo de neuronas a un servidor.
El restaurante me parece por segunda vez digo de visita (Ay la hamburguesa!!! y el arroz...).
Por cierto al final estube el sábado pasado en Pontevedra y acabé de modo imprevisto con cena en Maruja Lemon (en mi podio) y concierto de jazz.
PREGUNTISMO:
Este fin de semana me voy a deshidratar en una entrevista de trabajo en la capital. Tengo planeado tres menús a base de bocata (voy sin tiempo) y uno que contrarreste en plan sitio de merecido peregrinaje, como podría serlo Marcelo o Solla en Galicia.
ESTOY IN YOUR HANDS; recomiéndame, recomiéndame, recomiéndame, ¡pronto!
Gracias y recuerda cuando leas esto que no duermo lo que debiera.
Jorge,
Ahora todo me encaja más, porque efectivamente, en este momento está más crudo Leirana 08 que el 09... cosas de las añadas.
Y lo de los 20 años... ojalá tuviera tanta paciencia como esa señora, pero con lo que a Rodri le cuesta guardar el vino 2 años...
Pues sí Polita, no dejes de ir porque volverás fijo.
Un besote!
Aaay Daninland, la cata que te perdiste este finde en Pontevedra, frente a la playa... Vendetta!, Burklin Wolf, Andre Clouet, Kracher, Viña Ane, Olivier Rivierè... pudiste venir... pero no quisiste...
RESPUESTISMO:
Si lo del bocata va en serio, tampoco estoy muy ducho en esas lides, si acaso, el bocata de calamares de El Brillante (Gral. Martinez Campos, es de los mejores...). Imprescindibles las bravas de La Ardosa (Sta. Engracia ochentaypico)
Si te refieres a comer bien en poco tiempo y sin muchas complicaciones La Cantamora, La Barra de Viavélez o Taberna Quintaesencia pueden ser buenas opciones. En plan mexicano te recomiendo Chilango y en Oriental Dimibang.
Y para darte un homenaje, Puf, como para diverxo o sudestada ya no pillas mesa, Ramon Freixa o Viridiana (Abraham García) son para mí de las mejores opciones. Si te apetece homenaje oriental, tremendo menu el de 99 sushi bar, o también muy recomendable Kabuki Wellinton. Ajustando algo más el precio, buenos menus degustación en Gala o Lúa. Y saliendo de Madrid, el 27 o el propio Vianda...
Me están dando ganas, igual yo tb me doy un homenaje este finde...
Me vas a matar; al final pillo, me entrevistan y me voy a donde no he podido ir el finde pasado (las bodegas de Dominio do Bibei).
¡Que no te imaginas la frustración del finde pasado!
De todos modos tomo nota de las recomendaciones del bocata en este caso.
Buena pinta el Viridiana y el Ramón Freixa ya ni te digo.
Buf y el 99.
Graciñas, tio.
Me da la impresion de que por aqui voy a conocer sitios de lo mas interesantes.De momento Vianda me lo parece.Me apunto a seguirte.
Publicar un comentario