jueves, 20 de mayo de 2010

Retrospectiva mirando al noroeste

De vez en cuando- imagino que esto ocurrirá en todos los ámbitos de la vida- uno se ve obligado a parar, incluso a dar un paso atrás y mirar con perspectiva el camino recorrido, y lo que aun queda por andar.

Este microcosmos del vino no es una excepción, pues el criterio más o menos coherente que uno pueda tener en sus gustos viene, en gran parte, definido por lo que ya ha probado…, más que nada para decidir qué es una parte de lo que le queda por probar (pues la otra parte, posiblemente la más interesante, será sorpresa, o al menos eso quiero creer). El caso es que uno en un momento dado define sus gustos y decide por dónde quiere tirar. Y como este blog es unipersonal, pues sólo puedo hablar de lo mío, aunque imagino que coincidirá con la inclinación de muchos.

No sé si he explicado esto alguna vez pero si hablamos de tintos, como casi todos, yo empezaba en el universo enópata como todo hijo de vecino, con productos convencionales de Rioja y Ribera del Duero, cuando un día algo me perturbó.

Ese chispazo que a muchos de nosotros nos salta en un momento de nuestra vida, la cartera se lamenta por esa nueva hipoteca que va a suponer la afición, y la inquietud, que condujo a investigar por otros lares..., y a mí, curiosamente, que me dio por tirar más al mediterráneo.

Descubrí entonces frutas maduras, mermeladas y compotas que, en ocasiones, se me hacían más atractivos que los excesos maderísticos con los que distrutaba en un principio, pero había un deje caluroso que me sobraba por hastío.

No tardamos en salir de la península y subir a la Francia más económica, Alemania (mmmm), Italia sigue siendo un misterio, y a los vinos del Nuevo Mundo.

Y en todos sitios, hay de todo, pero el caso es que en un momento dado te cruzas con Borgoña y todo cambia. Descubres que ya no te gusta la contundencia, sino la frescura y la elegancia, que la acidez da vida también a los tintos y que hacer vino no consiste en conseguir alcohol, sino en que esté presente sin ser visto.

Pero la economía manda y uno no puede- ni debe- encasillarse, y toca volver a la patria, pero ahora con gustos más definidos y, sobre todo, en la creencia de que hay mucha gente con criterios similares, así como variedades para llevarlos a cabo.

Topa uno entonces con Doña Mencía (de la que aquí hemos hablado largo y tendido) y su dos encarnaciones. Por babor la bella muchacha salvaje, sincera, franca y aromática que salta por las laderas de la Ribeira Sacra seduciendo a primera vista.

Por estribor la huidiza doncella del Bierzo, más madura, vestida con ropajes recios pero siempre elegantes y capaz de hacer sucumbir a su voluntad a cualquiera que la deje hablar.

En ambos casos la variedad se muestra inaccesible, exigiendo métodos de viticultura extrema que hacen más mítico, si cabe, el disfrute del resultado final.

Y resulta que Doña Mencía tiene una hermanastra que, pese a llevar algún tiempo viviendo a su sombra, han sido ya demasiados los que han conocido su atractivo. La Prieto Picudo de León es una pura sangre a la que los graneles ya no son capaces de encerrar durante más tiempo, y gracias a aquellos que la han sabido domar, hoy no es difícil poder disfrutar de su gracilidad mineral y su viveza balsámica.

Vinos frescos, sinceros, no siempre fáciles, pero sí muy bebibles cuando enganchan y piden otro trago más, y seguir investigando hacia el Sur, a Portugal, donde la Ribera del Duero- ahora Douro- es entendida desde el terruño y la intervención mínima, la vendimia a tiempo- no muy tarde- y el respeto por la tipicidad de Tourigas, Bagas y demás variedades. Uno mira de reojo y le es difícil entender como una simple frontera puede cambiar tanto la forma de expresar una zona.

Y entonces, ya embriagados, sin haber podido plantar batalla a traicioneros e inapreciables alcoholes, buscamos cosas más raras, más exclusivas, más ocultas. Poco antes de la frontera con Monterrei, un tal José Luis Mateo nos muestra exiguas producciones de viticultura heroica, variedades prácticamente desaparecidas como Bastardo o Sousón. Sus vinos son tan increíbles como difíciles de encontrar por su escasez, y constatamos que el loco que insiste en su locura, se convertirá en sabio.

Cuando seguimos la brisa buscando tan solo el aire más puro para seguir respirando, unas extrañas cepas se asoman al borde del mar, ante el que termina el mundo.

El vigneron -Rodri-, que las protege de la inquisición albariña homogeneizante, dice que se llaman Loureiro, Espadeiro y Caiño y que son fiel expresión del agua salada que las baña, de los eucaliptos que las rodean y de la acidez que dan la tierra y el viento del norte.

De esa deliciosa caiño, poco más puedo hacer que reproducir lo que ya dijo el Maestro "Pitu" Roca, cuando la describió como:

(...) una caricia salina y sensual, de cristalina elegancia. Es un guiño desde el final del camino a los monjes de Cluny, allá en Borgoña, donde empieza el camino...

Ahora todo encaja.


Este post participa en el "I Premio Vinos y Blogs del III Concurso de Vinos del Noroeste".

18 comentarios:

pedro dijo...

Precioso y emotivo post, que suscribo y comparto totalmente.
Respecto a los dos grandes del vino gallego, un lujazo, poder reflejar en tus vinos el aprecio y el caracter de las tierras en las que se han criado,con un mimo y una dedicación únicos, huyendo de las imposiciones y "regulaciones" industriales.
Y esto lo dice uno que hasta hace dos años era escéptico radical, creo que influido por lo que las bodegas comerciales ofrecen al público general y por lo que están haciendo creer que es el vino.
Hoy, gracias a mis maestros Mario y compañía en el arte del vino, empiezo un proyecto de fin de máster de creación de una bodega de tintos en Galicia,un reto, jej!

pedro dijo...

Ah! y mucha suerte con este post Mario!

Mariano dijo...

Gracias Pedro,

Afortunadamente hay algunos grandes más. Y ya sabes que para ese proyecto me tienes a tu disposición para lo que haga falta...

DANINLAND dijo...

¡Opa, esa entrada capicua!
Yo estoy intentando algo parecido, pero con varias entradas; ¿se dará cuenta algún lector?
Va ser que no, pues se separan por meses;)

Un Saludo.

Mariano dijo...

Hola Daninland,

Le he estado dando vueltas, e igual estoy muy torpe por lo de ser lunes y eso, pero no entiendo lo del capicua...

?

Saludos!

DANINLAND dijo...

Perdona por introducir mis conceptos paranoicos; pero hasta puede que me cueste explicarlo.
Me encantan las pelis capicua, las canciones capicua. Es cuestión de la narración que desde un punto inicial hasta el final pasan miles de cosas pero empiezan com acaban y acaban como empiezan.
En el caso de tu artículo sería de Borgoña a Borgoña...

Mariano dijo...

Ostras tio, entonces no es que yo estuviera torpe, es que tu razonamiento es de guionista de "Perdidos" je je...

César dijo...

Interesante recorrido que le hace llegar al lugar en donde me he criado y de donde creo saldrá el vino tinto futuro de Galicia, con permiso de la Riberia Sacra. Y al lugar que reconocerá en mi humilde post.
Buen gusto por el vino.!

Mariano dijo...

Hola Cesar, bienvenido.

Zona muy particular Monterrei. Creo que los vinos que salen (y están por salir) de allí, poco tienen que ver con Ribeira Sacra, o incluso con Ribeiro, pese a la cercaní. Tintos más cálidos, blancos más grasos y complejos, y variedades que aun están por explotar... Buen futuro.

Felicidades por el post, y suerte.

Saludos,

Blog De Vinis dijo...

Hola, Mariano!
Acabo de leer que has ganado el premio al que optabas con este post.
Muchísimas felicidades y un abrazo!
Joan

César dijo...

Felicidades por el merecido premio y gracias por su rápida respuesta a mi comentario.
Ya no hay arrieros de aquellos, pero sí nos encontraremos a buen seguro en el camino...
Felicidades.

Antonio dijo...

Parabens polo premio.
A verdade é que poucos blogs coñezo que lean o mundo do viño coa tua claridade.

Un saudo

Alfredo Maestro dijo...

Felicidades Marino. Ya estoy esperando que te traigas el premio para catarlo contigo. Un fuerte abrazo y que lo disfrutes.

Mariano dijo...

Joan, Cesar, Antonio, Alfredo,... de verdad que la felicitación anima especialmente viniendo de vosotros, que, desde luego, erais tan merecedores o más que yo al premio.

Desde "el exilio", MUCHAS GRACIAS

Jorge Guitián dijo...

Felicidades!

Manuel Castro dijo...

Enhorabuena, un post precioso.

Bodega Ateneo dijo...

Felicidades desde el Blog Bodega Ateneo, merecido premio.
Rafa.

Mariano dijo...

Rafa, Jorge, MC,... de nuevo muchísimas gracias.

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