Peligroso título teniendo en cuenta que algún "chuleta madrileño" considera que los alrededores de Madrid vienen a ser, más o menos, lo que conforma el resto de la península ibérica. Y aunque uno, al no ser madrileño, ni, por supuesto, "chuleta", no cree correr riesgo de ser malentendido, sí me anticipo a pedir disculpas a los conquenses, por si acaso, ya que habitan una tierra de ensueño y no necesitan ser alrededor de nada.
Pasado el preámbulo políticamente correcto, entremos en harina.Muchas veces con las cosas que no se planean, las que mejor salen, o al menos así ocurrió hace un par de sábados en Bagos (Pontevedra) cuando la botella de un tinto de Madrid llamado Labros 2008 que llevaba bajo el brazo tras la recomendación de Delia, y su posterior prueba en La Cantamora, y que hubo de enfrentarse a la de Navaherreros 2007 que Adri me opuso con buen criterio, y, no contento con ello, al hilo de la pugna, hizo aparecer un misterioso bobal de Pie Franco de la Manchuela.
Todo lo que diga en adelante obedece a una memoria más emotiva que técnica, pues no había libreta que permitiera plasmar la cata más allá de las excelentes copas Riedel Syrah (finalmente consideradas las más apropiadas para garnachas) que fueron testigo y colaborador necesario del evento.
Empezamos con Navaherreros 2007 de Bodegas Bernabeleva, tinto elaborado en un 100% con garnachas de viñas viejas (entre 40 y 80 años de antiguedad) de San Martín de Valdeiglesias. Las uvas pasan entre dos y tres días en un camión frigorífico después de vendimiadas para prolongar la fase acuosa de la maceración; parte de la elaboración se realiza con raspón, de manera tradicional, usando pisones, o incluso a pie desnudo para exprimir al máximo el jugo del hollejo. y con una no muy larga crianza en roble de diferentes tamaños y tostados predominantemente ligeros.

Su amplia boca mostraba unos potentes pero agradables taninos que atribuimos, más que a la madera, al raspón que delataba la mano de Raúl Pérez. Fantástica acidez que aportaba frescura y ocultaba a la perfección sus 14 grados, alejándolo además de lo que normalmente se esperaría de un tinto en esta zona y lo sitúa más cerca de mi atlántico. Aunque todavía está joven, lo encuentro más fácil y pulido que hace seis meses. Muy buen vino por unos 11 euros.
Continuamos con Labros 2008 de Bodega Marañones, tinto de garnacha, también vieja y también de San Martín de Valdeiglesias con 11 meses de barrica nueva. Su brillo, su capa subida y sus oscuros tonos nos pusieron en antecedentes que vino a confirmar una nariz de guindas en licor, tinta china, vainillas y café, seguida de su potente y cálido trago, más pausado y con menos nervio que el anterior.
Hay fruta, pero madura en exceso para mi gusto (tenga en cuenta el lector que uno es algo pejiguero en ese aspecto y necesita cítricos); las notas licorosas se imponen claramente a una acidez demasiado discreta para su juventud.
Quizás por su elaboración vaya más pegado a su zona y adaptado a las tendencias actuales que el anterior y desde luego tiene su público, pero no es mi vino. Un tinto para guisos potentes en las frías noches de invierno por unos 16 euros.
Y rematamos más tarde de lo esperado por la flamante aparición de un P.F. (Pie Franco) 2008 de Bodegas Ponce, un 100% bobal de viñas prefiloxericas de más de 70 años en Iniesta (Cuenca) y, aunque no muy lejos de Madrid, perteneciente a la D.O. Manchuela.

Se mostró con vivos colores de juventud y, pese al jarreo, una terrible nariz de inicio con potentes animales y coles de bruselas en ebullición que poco a poco se fueron disipando para dejar paso a los arándanos, el pimiento verde, monte bajo y un fondo muy especiado.
Aunque evolucionaba con la oxigenación de forma exponencial, creo que hubiera convenido abrirlo, al menos, una hora antes. Sorprende en todo caso su boca dispar en la que se alternaban una fruta rústica, casi grosera, con un tanino domesticado hacia lo dulce. Me gustó, si bien yo (tio raro entre los raros) le pediría un pelín más de acidez y descaro pues pese a que no conozco la variedad me da que hay razones para esperar mucho de ella en términos de frescura y de este terruño en el futuro, por no hablar de su joven enólogo, que apunta a figura.
Volviendo a este 2008 diria que pese a atesorar cierta capacidad de evolución en positivo, yo no me olvidaría de él durante más de un par de años.
La conclusión, una oportunidad para observar tres formas claramente diferenciadas de hacer vino, una típicamente atlántica, encaminada a la frescura borgoñona (refigeración pre fermentativa, el uso del raspón...) pero sin renunciar, sino precisamente buscando, las posibilidades de guarda y mejora, otra más mediterránea, moderna, dirigida a la buena maduración, la potencia y la calidez, pero con la idea de que la fruta se imponga y la madera sea un medio de transporte, y por último un vino valiente, de elaboración tradicional y respetuosa con el terroir que consigue recuperar y dignificar una variedad que, como otras, ha sido denostada durante bastante tiempo, y al que conviene no perder de vista en las próximas añadas.
15 comentarios:
Interesante cata si señor. apunto el Navaherreros, ha pasado varias veces por mi mano y no lo he comprado.
Lo que me parece un infanticidio fué abrir ese bobal PF de 2008, yo ni me lo hubiera planteado.
El año pasado abrí un 06 (a mitad de año mas o menos) y ví que le faltaba tiempo....
Pues igual la añada en este caso ha propiciado un vino más hecho, porque coincidimos en que, aunque podía mejorar algo, su recorrido no sería especialmente largo. Si bien necesita bastante aireación todo está ya bastante integrado y la caida de acidez que supone el paso del tiempo podría jugar en su contra... pero vamos, opinión de unos frikis que puede ser sustituida por cualquier otra.
Tienes razón, somos Freaks, jejejeje.
Ya te digo que el 06 me pareció un vino cerrado en nariz, rústico y potente y con 2 años ni me plantearía abrirlo,(si con tres) aunque cada añada es un mundo, y como dices tu, vete tu a saber....;
por cierto, ¿el '06 olía también a coles de bruselas cocidas (por ser fino)?, es que este era un escándalo... menudo tufo el primer cuarto de hora (en ese sentido me recordó un poco al Pecado '06, que era como un jornalero a mediodía tras tres semanas de agosto en Zamora sin ducharse, no sé si me explico, je je)
No recuerdo esos aromas, tambien es verdad que lo decanté:
P. F 2006
No no, si nosotros también los decantamos todos. Creí que lo había puesto. Vaya...
si si, si lo has puesto...
No he probado ningún varietal de Bobal, todos en coupage (Mestizaje, Las Ocho...)
Este que comentas suena interesante, raro y distinto, no?
Saludos.
A ver, que no todo lo raro y distinto es siempre interesante (a Marilyn Manson me remito). No obstante, creo que la variedad tiene acidez y cuerpo para dar buenos vinos, especialmente cuando las viñas son viejas y se consigue más concentración por racimo.
Si te gustó Mestizaje y estás dispuesto a aflojar el bolsillo, no dejes de probar Quincha Corral (mejor 2005), uno de los pocos tintos levantinos que me han emocionado.
Saludos,
Por cierto, parece que no queda claro, pero el P.F., sin ser mi estilo vino, me gustó por lo auténtico que lleva dentro.
Bueno, lo raro y distinto, en muchas cosas, se merece al menos un vistazo, y después decidir si gusta o no.
Lo que comentas de ese Pie Franco me ha resultado interesante, como para dedicarle al menos una prueba, y decidir. A eso me refiero con interesante.
Y si, me gustó mestizaje 2007 (en casa tengo un 2008 esperando), pero no he probado ni el Quincha Corral ni el Finca Terrerazo.
Saludos.
Estoy de acuerdo en lo que dices del P.F,, en su autenticidad.
Tienen uno un poco mas caro de una viña vieja de una hectarea o así, que le tengo muchas ganas, no recuerdo ahora el nombre
Sib, creo que el que dices es La Casilla Viña Estrecha. Desde luego probados los antecedentes merece la pena darle una oportunidad. Es un poco más caro, pero tampoco demasiado, creo que andaba por los 20 euros.
De todas formas, recapitulando un poco, fue Navaherreros el que más me gustó. Si me da tiempo hoy pondré en el blog paralelo una cata de, entre otros, una de las fincas del Navaherreros (viña bonita)...
Un poco tarde mi comentario , fuera de actualidad ya pero, ahí va.
No tengo la misma percepción de Labros 2008 que tú. De hecho , me parece un vino fresco , sin sobremaduración (prueba alguna garnacha catalana) , con una acidez perfecta y un corte cercano al de algunos vinos francéses. Joven si, pero con visos de elegancia ya.
De hecho, Fernando García , el (joven) enólogo que lo elabora es un amante de la Borgoña y salvando las distancias , que nadie se haga líos, creo que le han dejado hacer el vino que quería y que le gusta, y al menos la línea de sutilidad y frescura la ha logrado.
Pero en fin, todo es subjetividad. Navaherreros está rico, claro que si.
Besos Mariano
Hola Delia, más vale tarde que nunca...
Como te había comentado, previamente había probado Labros en la Cantamora y me había gustado. Yo creo que fue la comparativa la que le hizo perder algún punto. Además, ya sabes que a mi me gustan las puntas de acidez superiores a la habitual, entre eso y el buen manejo que Raul hace del raspón, le hizo algo de sombra a Labros, pero no por ello le quitamos el mérito de ser un vino franco y muy bien hecho.
Y como bien dices, esto es todo subjetividad...
1besote!
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