La primera es el rebozuelo o cantharellus cibarius, una seta de color, amarillento, blanda y maleable, fácilmente rompible y de aromas que recordaban a cacahuetes y vainilla, algo dulzones. No costó demasiado limpiarla, pues llevaba pocas impurezas. Estaba a 24 euros el kilo, pero al ser una seta ligera no resulta demasiado cara.
Al igual que en el caso anterior la preparamos salteada 3-4 minutos con AOVE y ajo, rematando con sal maldon y algo de pimienta. No desprendió demasiada agua, por lo que su peso se mantuvo en cierta medida.
Sabrosa y de textura agradable al mordisco, su sabor nos recordaba a algo muy familiar y María dio con la clave, ¡pipas de girasol!, también algo de vainilla y monte. Creo que es un hongo algo suave para tomar con carnes rojas o caza, y tampoco lo veo con pescado, pero me gustaría probarlo con legumbres...
La siguiente prueba la hicimos con una Craterellus Cornucopioides aunque mejor conocida como angula de monte. Lo cierto es que llevaba bastante tiempo queriendo probarla.
Imagino que su nombre va en relación con su aspecto de pie fino y alargado, de color naranja-ambarino que se va oscureciendo hasta el pardo casi negro del pequeño sombrero. Sus aromas eran secos, más herbáceos, y recordaban también a nueces y humedad.
Es blanda, delicada y se rompe con facilidad; por eso y por su tamaño resulta algo laborioso limpiarla, pues hay que ir haciéndolo una a una,
Sin embargo el proceso vale la pena, tras cocinarla de igual manera que en los casos anteriores, y perder, desgraciadamente, la mitad de su peso, nos encontramos con un delicioso hongo lleno de sabor, con un largo recorrido desde las notas amargas del sombrero, que aumentan con la madurez, hasta el toque dulzón de su pie. Recuerdos de castañas asadas, anís y romero. Tan sabrosas que casi nos hace pelearnos por el último bocado.
Yo las veo con huevo, tal vez revuelto, aunque mejor frito y roto sobre las setas, o tambien cocido a baja temperatura, mmmm.
En cuanto al acompañamiento, fueron bien con el tinto de ayer, y no combinaron especialmente mal, pese a lo dicho anteriormente, con un respetable Viña Albina 2007, blanco (recuerde el lector habitual que mi señora no gusta de los tintos) fermentado en barrica a base de viura y malvasía (90-10%), un vino todavía algo dominado por la madera en nariz, con recuerdos de lichis y kiwi, corpulento y que sorprende por su vibrante acidez.
La firmeza de su trago unido a ciertas sensaciones grasas, hacen que no quede pulverizado por las setas, especialmente en el caso de los rebozuelos, pues quizás con las angulas de monte se queda un poco atrás. En cualquier caso un vino de menos de seis euros del que me gustaría probar añadas anteriores para ver su evolución en el tiempo.
Aun nos queda alguna seta que probar...
7 comentarios:
Mariano,acertasta con el Craterellus (Camagroc en mi tierra), está riquísimo en revuelto salteándolo previamente con unos ajetes. También está rico con arroz y guisos diversos de carne.
El cantharellus (rossinyol en mi tierra) es frecuente utilizarlo para acompañar pescados tambíén salteado. Prueba salteándolo con una sepia cortada a pedacitos en aceite de ajo y perejil con poco de pimienta (sin abusar) y verás qué plato...sencillo y exquisito.
Salut!
Lo Ferrer,
La verdad es que esas "angulas" me han encantado. Intentaré aventurarme con otras preparaciones.
Gracias por tu visita!
... Le pegamos bien a la cosa, si señor.
En esto de la comercialización de las setas y hongos siempre he hechado en falta que, donde los vende, no exista (hablo de Galicia) un animo ha ofrecer información sobre el producto... porque a mi al menos me animaria a la compra.
Es como muchas cosas. recuerdo que descubri las excelencias del pescado por una pescatera que conoci que, desde el primer dia que pase por alli, me fue introduciendo en la preparación, el tipo y las maravillas de cada una de las especies que ofrecia en su local... sin ella, seguramente, habria pasado mucho mas tiempo comiendo solo Merluza congelada...
Lo cierto es que yo no encontré mucha información en el puesto donde compré las setas (de hecho, en algunas tenían hasta los nombres cambiados). Pero en definitiva, con toda la información que hoy en día tenemos a nuestra disposición, me basta que donde las compro me garanticen que no son venenosas... aunque por el precio que te cobran deberían venir acompañadas de la Enciclopedia Espasa Micologica en doce tomos, je je.
Y lo de contar con una pescatera como la tuya, todo un lujo (y si encima lo limpia bien, vamos para ponerle un piso).
Mira tu que ese vino lo he mirado varias veces de reojo, habrá que probarlo.
Una bodega histórica de rioja que hace tintos muy solventes que mejoran con el tiempo.
Pues lo este mismo te gusta, y la verdad es que calidad precio no está mal.
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