Un divertido evento que no viene al caso me llevó a la pequeña localidad de Vecinos, a unos 15 minutos de Salamanca capital, con el único objetivo de comer en Casa Pacheco. En su interior era un sencillo local cuya decoración taurina en su recepción, me hubiera llevado, sin duda, a salir pitando por profilaxis de haber topado con ello en Madrid.

Tras un rato esperando en la barra, caña en mano, nos llevaron al pequeño comedor, en una sala dedicada al diestro Julio Robles, con objetos personales del torero como trofeos de caza, trofeos taurinos y fotografías que recuerdan sus mejores momentos e incluso algunos de sus atuendos.

La carta decía más de lo que rezaban las viandas. Posiblemente un restaurante especializado en carnes que había prosperado, abriéndose a otras propuestas e invirtiendo en presentación y en platos de mayor complejidad.
Bien asesorados, íbamos a la carne, así que únicamente pedimos un par de entrantes para ir haciendo boca.
Por cierto, que entre tanto, era imposible no comerse el exquisito pan de picos que te ponían al llegar. Todavía se me hace la boca agua cuando me acuerdo de él.
Lo primero fueron unas excelentes pero demoledoras croquetas de boletus y foie. Muy sabrosas, bien trabajadas por dentro y por fuera pero con la contundencia que cabía esperar de ingredientes con sabores tan fuertes.

Después apareció una morcilla de cebolla, asada y desmigada, lista para untar en las rebanadas tostadas que acompañaban. Y si lo anterior era contundente, pues imagínense esto.

Algunos, visto el panorama y lo que venía después, directamente no se atrevieron a probarlo. Yo sí, y estaba de muerte (en todos los sentidos, porque debe disparar el colesterol como un misil tierra-aire).
Luego llego la carne. Todos pedimos un colosal entrecot de Morucha del país como este, y aunque uno no esté entre los grandes amantes de la carne, lo bueno es lo bueno.

Tierna, jugosa... Parecía que si colocabas el cuchillo sobre ella, se cortaría sóla como una gelatina. Excelente sabor, grasita entreverada, ahumados de la brasa...Tremenda. Tal vez hubiera prescrindido de los entrantes sólo para disfrutar con más holgura de este plato.
En cuanto a la carta de vinos, algo corta, y pelín pasada de precio. No había lugar para pedir cosas raras, así que optamos primero por un Ribera, Balbás Crianza 2005, algo deslabazado, pero más frutal de lo esperado con ciruelas y recuerdos de pimiento, aunque sin renunciar a vainillas y tostados varios. Sin libreta recuerdo taninos soportables y algunas aristas pero un vino jugetón y agradable. Estuvo a la altura de las circunstancias. Quizás el importante contenido graso de los platos dio pie a un vino que en otras circunstancias hubiera resultado áspero.

Después seguimos con un Rioja, Cosme Palacio y Hermanos 2006, más plano, mucha madera y con poco que contar, salvo un pesado amargor final que no venía a cuento. Fue vapuleado por la carne.
Como los postres tampoco tenían mucho interés, nos quedamos con la deliciosa Morucha, los 35 euros por persona que nos costó y las ganas de volver.
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Casa Pacheco
Vecinos. Salamanca
923 382 169
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* Las dos primeras fotos son de la web del restaurante. El resto, cortesía de Gonzalito (ahora Don Gonzalo) ya que yo me quedé sin batería.
8 comentarios:
El entrecot tiene un aspecto como para construirle una basílica :-) Los vinos parece que daban miedo al susto ;)
Saludos,
Jose
nunca estuviste en el candil?, o en victor gutierrez, este último es espectaccular, de precio alto pero merece la pena.
Jose,
Efectivamente, una reliquia... aunque no creo que pudiera quedar incorrupta si ando yo cerca.
Lo de los vinos, también hay que tener en cuenta que esas otras cosas que a nosotros nos gustan, para ellos serían difíciles de colocar al cliente autóctono.
Jorge,
Al candil le tengo ganas, pero todavía no he engañado a nadie para que me acompañe. El otro no lo conozco, me informaré...
que buena pinta ese entrecote... Y las croquetas también, sin olvidarse de la morcilla. jejeje
Gran sitio Tacones, muy recomendable.
¿y qué tal fue de precio?. El vino supongo que haría subir un poquito la cuenta, pero ¿el resto fue razonable o hay que ir con la cartella llena?
saludos
Ipecan,
Bienvenid@. Como verás, al final señalo el precio, que me parece ajustado teniendo en cuenta la excelente calidad general.
Saludos,
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