Sin embargo, frente a la creencia moderna, no es cierto que tradicionalmente hayan existido los rosados en Cigales, que son una modernidad conceptual, aunque no exenta de antecedentes que, en realidad, debemos situar en los antiguos claretes, fruto de la mezcla de uvas tintas y blancas.
Así, cortesía de bodegas Hiriart, construida sobre un tradicional elaborador de claretes, hemos podido probar su rosado de lágrima 2008.
Fue elaborado con uvas propias de las 24 hectáreas que poseen a más de 700 metros de altitud, teniendo las cepas de algunas de sus fincas una edad superior a los cincuenta años.

Este, concretamente, nace del ensambaje de garnacha, tempranillo y algo de verdejo que nos recuerda a sus antepasados. Se obtiene mediante el sistema de sangrado y fermenta en depósitos de acero inoxidable.
Llama la atención su impresionista y colorida etiqueta, que hace esperar un vino alegre y divertido, razón por la cual sorprende encontrar un rosado vivo, pero ciertamente serio.
A la vista muestra un precioso rojo brillante que recuerda a aquellos caramelos de peseta sabor fresa, pero su nariz, frente a los cestos de frutas y gominolas que ahora están de moda, es tímida y discreta. Recuerdos de grosellas, cerezas y sandía se alternan en copa agitada con notas herbáceas y lácteas e, incluso, un ligero fondo animal.
Muestra más potencia en boca, donde es envolvente y algo denso, con una correcta acidez y un recorrido medio en el que destaca un notable amargor final que, en mi opinión, no lo hace apto para todos los públicos, pero a mí, desde luego, me gustó.
En retronasal vuelven los lácteos (yogur de frutas) y muestra una persistencia media, superior a la habitual.
Y aunque lo típico es combinar estos vinos con arroces y pastas, a mí me fue de miedo con unas ventrescas de merluza en tempura la mar de sencillas.
9 comentarios:
Y mira que no termino de cogerle el punto a la témpura :-((( Siempre se me "cae" al freir...
Lo de los tintos... pues mira que doy fe de que sí, que el tintocentrismo es lacerante. Da igual que haya 40 grados, que 56... lo que no es tinto, no es vino (#-/ Como ejemplo que se me quedó grabaito a fuego, como tatuaje de prisión turca, recuerdo una cena en Kabuki y ahí andaban los tintos (p.j. Marqués de Murrieta) dándolo todo y la única mesa en la que había un blanco era en la que estaba moi.
Saludos,
Jose
No es que yo sea un experto en tempura, pero no hago más que oir que la clave está en el contraste de temperaturas que es lo que hace "sellar" instantaneamente el reboce para que no se caiga: es decir, masa helada - aceite hirviendo y una mano rápida.
No veas la envidia que me das con lo de Kabuki, aunque por lo que dices la mayoría de la gente no merecía estar allí, vaya forma de pulverizar la sutileza de la cocina asiática... y desperdiciar, seguro, carísimos tintos. En fin.
interesantisima esa tempura Mario, habrá que experimentar!
Sabes lo que cuesta en tienda ese rosado?. Curiosa preparación la de la tempura. Yo la he hecho pocas veces con harina normal, cerveza y sal, no me acuerdo si llevaba algo mas...
Lo intento, uso agüa bien fría de la nevera y como al hacer la mezcla se va calentando, y más ahora con estas temperaturas, la meto un momento más al frigo. Aceite que humea... y neke, no termino yo de cogerle el punto a la témpura. Voy a ver si dandole un intento a la orly mejoro algo el asunto.
Jose
Hola Pedro,
No veas el juego que da...
Sibarita,
Todavía no lo he visto en tienda por aquí, pero te mantendré informado...
Saludos,
Jose,
Hielo!
Intentaré lo del hielo, aunque me causa un cierto problema logístico el asunto...
Saludos,
Jose
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