lunes, 31 de agosto de 2009

Breve cronica asturiana (I)

CONTINUA EN EL BLOG PARALELO

Como adelantaba en la pequeña entrada anterior, estos últimos días de verano me han dado bastante que contar en lo gastronómico, así que en las próximas jornadas nos iremos desquitando y poniendo un poco al día.

Por diversas circunstancias, nuestras vacaciones comenzaron en Cangas de Onís, coincidiendo con el fin de semana del Descenso del Sella; descubrimos entonces una localidad sobreexplotada por el turismo estacional, pero situada en un bellísimo enclave que justificaba la notable masificación.


Iniciamos nuestra andadura con la fabada correcta de un restaurante sin interés, para continuar, ya en la cena, con una recomendación recibida de varias fuentes, el Restaurante Los Arcos, que tras una corriente sidrería de inconfundible olor, oculta una elegante sala en la que la cocina de mercado es la evidente protagonista, siendo mucho mayores y más interesantes las posibilidades que pueden encontrarse fuera de carta.

Destacaría para empezar un aperitivo compuesto por salmón marinado acompañado del boquerón en vinagre más fino y delicado que posiblemente haya tenido la oportunidad de probar.


Tras otros entrantes poco destacables, entre los cuales recuerdo una ensalada de quesos asturianos que aun hoy no consigo entender muy bien, topamos con un magnífico guiso de callos de bacalao que venía acompañado de un huevo cocido a baja temperatura. Un sabroso bocado de texturas que combinaba tradición y modernidad sin estridencias y pedía más y más pan.


Mientras mis compañeros de mesa se decantaron por distintas formas de carne, revelando todas ellas unas raciones algo excesivas, yo opté por un salmonete fuera de carta que vino acompañado de unas exquisitas trompetas de la muerte. Aunque el punto del pescado era algo mejorable, muy buen plato.


Seguimos con postres muy correctos (recuerden que uno no es goloso) donde destacaría una especie de copa de chocolate con peta-zetas muy curiosa.

De la más que aceptable carta de vinos (en la que se veía la mano de Coalla) escogimos un Selbach Riesling Kabinett 2007 que, en su excelente RCP (16 euros en restaurante) estuvo a la altura en todo momento, y seguimos con un Baltasar Gracián Viñas Viejas 06, como siempre, solvente.


Con entrantes, un principal por persona, postres a compartir y vino salimos a unos 36 euros por persona, lo que me parece más que correcto.

Nuestro siguiente descubrimiento fue en una localidad vecina, Sellaño, y se llamaba El Puente. Se trataba de una tradicional casa de comidas donde por menos de 20 euros se obtiene una tarifa plana de cuchara de primero (guisantes frescos con jamón y, como no, fabada de buena factura estaban entre las opciones) y carnes varias (cabrito, jabalí o ternera) entre los segundos. Postres tradicionales y, sobre todo, un fantástico queso tierno artesano que, al parecer, elabora un pastor cercano en exclusiva para el restaurante. Sin duda, junto con la cercana atención de su dueño, Ricardo, lo mejor de todo.


Y, ya lejos de Cangas y tras un agradable encuentro con Jorge (Sibaritastur) que me hizo descubrir el Gamoneu y el Cabrales de verdad, así como las mejores tiendas de vino de Gijón, nos dirigimos a Casa Gerardo en Prendes.

Como elegimos el menú largo para obtener una idea de toda la carta, no comentaré aquí la experiencia, sino en el blog paralelo. No obstante quiero desenterrar el mito de “más caro que Casa Gerardo”, pues pude comprobar que por unos 30 euros puede disfrutarse allí de la mejor fabada y el mejor arroz con leche del mundo.

9 comentarios:

Sibaritastur dijo...

No se te ha dado mal el periplo, jejejejeje. Tengo curiosidad de leer lo de casa Gerardo.

pedro dijo...

Uy uy uy que te estás refinando demasiado eh Mario? todo lo que no es excelencia es simplemente mediocre o sin interés! y tampoco es asi hombre! digo yo vamos! cada cosa en su concepto no? ya lo decia Manquiña... Un abrazo!

Mariano dijo...

Hola Pedro,

El tema es que en un viaje que intento resumir lo mas posible, o me centro en lo que merece la pena destacar pasando casi de largo por lo demás, o me marco una parrafada infumable.

Además ya sabes que no me gusta hablar demasiado si no tengo algo bueno que decir...

Blanca dijo...

Hola Mario,

Cuando leí el principio del post me frotaba las manos, pues en dos semanillas iré a hacer el descenso del sella y me viene de perlas tus consejos...

¿Donde me recomiendas cenar en Cangas después de un duro día de remos?

Espero que lo hayas pasado bien en tus vacaciones norteñas

compangu dijo...

Buenas otra vez (ahora aquí),

Es cierto que, por aquí, la mayoría de las cartas de vinos que ofrecen alguna "cosina diferente" tienen el inconfundible "toque Coalla", lo que es algo muy positivo, pues siempre digo que es una verdadera suerte tener un negocio como ese en esta tierra. Quizá, por buscar un mínimo punto negro, y tocar un poco las narices, éste sería que en casi todos los sitios te encuentras algo parecido.

Oye, ¿y no podriais hacer algo de memoria y recordar la localidad en la que estaba EL PUENTE? Es que es un nombre muy común es los bares asturianos; y ese tipo de chigres con buen precio y comida decente siempre me interesan.

Mariano dijo...

Hola Blanca!

Me alegra verte de nuevo por aquí.

A mí Los Arcos (el primero que comento)me gustó mucho. También tiene la opción de tomar algo más informal en la sidrería.

Otra opción que me quedé con ganas de probar, ya que me hablaron muy bien fue El Molín de la Pedrera. Va en una línea algo más clásica (fabada, pote, chipirones...), pero fino fino.

Si te quieres alejar de la cocina tradicional local también hay una arrocería, Al Grano, de la que me han hablado bien y me quedé con ganas de visitar.

... y si te quieres desplazar y comer a lo bestia, no dudes en visitar El Puente.

Un besote,

Mariano dijo...

Compangu,

Me alegra mucho verte por aquí. Después de investigar verás que he cambiado el post. El Puente se encuentra en un pueblecillo llamado Sellaño, a unos 20 minutos de Cangas.

Saludos,

Sinestesia Gastronómica dijo...

Hola Mariano,

Veo que en vacaciones has disfrutado de una buena ruta gastronómica, interesantes ambos restaurantes... pero la oferta de los Arcos invita por sí sola a hacerle una visita -sólo por probar esos callos con bacalao...jejeje-

En Asturias sólo estuve una vez y fue muy breve, puesto que fui a ver una etapa de la vuelta a España. Pero, eso sí, compré quesos asturianos -descubrí A foga el pitu- que me encantan.

Gracias por incluirme en tu blogroll!!!

Besos,

Mariano dijo...

Hola Raquel,

No hay de qué.

Te aviso que los callos estaban fuera de carta, por lo que igual vas otra vez y no los tienen. Pero ojo, no son callos con bacalao, sino DE BACALAO (que es como se le llama a la vejiga natatoria, con una textura similar a los clásicos callos de vaca)

Besos,

Vinos y lugares para momentos inolvidables

Galicia entre copas, SEGUNDA EDICIÓN

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