Estoy a dieta. ¡Hala, ya lo he dicho!.
Al igual que el resto de los mortales en esta época, tengo que empezar a pensar en enfundarme el traje de baño (no digo bañador para no ser eventualmente fulminado por Alfonso Ussia), pero creo que una clave importante para seguir una dieta es la imaginación, pues el aburrimiento es el camino más corto hacia el abandono. Me niego a cenar todas las noches pollo-plancha y verduras con limón.
Lo anterior me ha llevado a pensar en ingredientes como el calamar, mucha proteína, cero grasa y rico si está bien hecho. Pero claro, no podíamos cocinarlos como mas me gusta que es en plan fritanga, así no conseguiríamos nada. Una mirada de reojo a la carta del chino que todos tenemos pegada a la nevera me dio la idea, con verduras y al wok.
Así que cogí lo que tenía en la nevera y lo corté en juliana, en este caso fueron puerros (todavía me quedaban de los de Marín), pimiento rojo, pimiento verde y espárragos.

Hice algo parecido con el cefalópodo. He visto en algún restaurante imaginativo (y algo cursi) llaman a esto “tagliatele de calamar”, pues vale.

A continuación seguimos el procedimiento habitual del wok, lo calentamos sin nada y cuando esté a punto le añadimos una gota de aceite. Yo lo usé de sésamo, pero puede ser de girasol o de oliva (éste, en wok, no suele emplearse mucho).
Salteamos un par de minutos las verduras, las retiramos, ponemos el calamar durante un minuto y volvemos a añadir las verduras para seguir cocinando todo otro par de minutos más, en el que añadimos un chorrito de salsa de soja y unas semillas de sésamo tostado al tiempo que corregimos ligeramente de sal (ojo que la salsa de soja sala lo suyo).

Es importante que la verdura quede crujiente y el calamar blando y jugoso. Hay que tener en cuenta que en el punto de éste último no hay término medio o se hace muy poco o se guisa durante una hora, si no se queda como el caucho. Y listo.

Pero como pese a la dieta, no renuncio a mi copa de vino (¡hasta ahí podíamos llegar!), recomiendo fervientemente un Ribeiro, y si puede ser, uno como este Beade Primacía 07, elaborado con treixadura y algo de albariño.

Muy floral en nariz, con pera y frutas de hueso, y particularmente interesante en boca, donde sufrió una metamorfosis (8 grados de temperatura) de una ligereza fresca y ágil pero envolvente, a un curioso (unos 12 grados) paso glicérico y untuoso muy agradable. Acidez siempre correcta. En retronasal se repetían los recuerdos florales con algo de hinojo. Ciertamente persistente, y destacar además que mostró una buena evolución, pues al día siguiente parecía más largo y complejo. Muy buen vino por unos 8 euros. Algo más suave y fácil de lo que esta denominación en alza nos tiene acostumbrados.
8 comentarios:
Cuánto tiempo se tiene que hacer el calamar en la versión poco hecho? Minutos, segundos? :)
Tiene buena pinta, habrá que hacerse con unos calamares y liarla parda ;)
muy buena receta, lastima el mofgollón de colesterol que tiene el calamar....
Estuve a dieta durante dos semanas... y conseguí perder 15 días
:-D
Saludos,
Jose
Hola Jaime,
La versión poco hecho un máximo de 2 minutos, y cortarlo finito...
Hola Sibarita,
La verdad es que no sabía lo del colesterol, porque grasa no tiene ni medio gramo...
pero bueno, yo del colesterol ando fenomenal, afortunadamente...
Qué tal Jose!
Muy bueno.
Pues nada nada, a recuperar los 15 dias perdidos, ;)
Gran receta, aunque una (que siempre apunta a rarita) sustituiría el "peixe" por unos noodles!! (con gambas como mucho)
Que gran invento es el wok!!! Has probado a incluir frutos secos en los platos?? Anacardos, cacahutes... le dan todo un punto!!!
Buena idea, me encantan los noodles. Lo de los frutos secos sí que lo he probado. De hecho le tiro mucho a las pipas de calabaza.
(Es que un día compré un kilo de las crudas y tengo que darle salida, je je)
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