A todos nos ha ocurrido que, de repente, entre esas marcas blancas de supermercado, descubrimos una joya que hacemos propia en nuestras compras habituales, y si bien hasta hace poco la variedad se reducía a productos básicos como el tomate frito o las legumbres, ahora, y sobre todo tal y como anda la cosa, se va extendiendo a todo tipo de productos, incluso muchas delicatessen. Yo quiero señalar algunas que por distintas razones me han sorprendido, abierto sin embargo a las experiencias de cada uno que serán especialmente bienvenidas.
Creo que para esta idea no tenemos más remedio que empezar por el supermercado en el que todo son marcas blancas, salvo ciertas excepciones, sí amigos, se trata de
LIDL.
Hay que reconocer que lídel (como yo lo llamo, ya que lo otro es impronunciable), es un sitio muy raro. Nada más entrar te encuentras con unas puertas, muy altas, de plástico transparente que parece hermético, como si te fueran a poner en cuarentena, de hecho recuerdan un poco a aquella cámara en la que tenían metido a E.T., y así es, porque la verdad es que te trasladan a otro mundo. Para empezar, todos los que hay dentro hablan extrañas lenguas que tú no conoces, y las etiquetas tampoco ayudan (una vez encontré un bote rojo cuya etiqueta decía algo como "smedchâm, ¡ahora con más gathlefen!") Pero bueno, vamos al lío que esto parece un monólogo. Lídel tiene dos tipos de productos, los que tienen siempre y los que vuelan; los más interesantes suelen ser los segundos, aunque he recogido de los dos.
Bloc de Foie Succès Gourmand. Este es de los que tienen siempre y calidad-precio es una maravilla. Según la temporada (en navidades sube) está entre los 3,50 y los 4,50 euros y da, moderadamente, para que cuatro personas se pongan las botas (con tostadas, claro). Para mí es de lo mejor que tienen junto con el Grana Padano, que comentaré otro día porque hoy no tengo foto. En determinadas fechas venden otro de la misma marca pero refrigerado. Es mejor pero también más caro (7,50 €).
Salsa Pesto Baresa. También es de los que tienen siempre y si lees los ingredientes compruebas que el tema promete. Nada de cosas raras tipo E-330, sino aceite de oliva, albahaca, queso, piñones... Y la verdad es que está muy bueno y a un precio estupendo (sobre 1,20 €). Desde luego, cuando lo hago casero me sale bastante más caro y tampoco hay una grandísima diferencia. La única desventaja es que, una vez abierto hay que comérselo en dos días, pues se estropea en seguida. La última vez, el que me sobró de unos tagliatele, se lo puse a unos mejillones al natural de esos que vienen en salmuera al vacío. Sorprendente resultado.
Chutney de Mango Vitasia. Este, sin embargo, es de los que vuelan. Aparece cuando se les da por la comida oriental (yo recomiendo suscribirse al newsletter para estar al tanto), y te lo encuentras entre una amalgama de otros productos muy interesantes (noodles, teriyaki, leche de coco, salsa de ostras) y auténticas bazofias (kit guacamole o, en general, todos los platos preparados). El chutney tiene muchas aplicaciones. A mí me gustó mucho con un atún a la plancha.
En definitiva, lidel es un lugar interesante donde hay que probar de vez en cuando (siempre abiertos a pegarnos un batacazo, pues aun recuerdo el horroroso Chablis que compré allí en una ocasión) . Otro día seguiremos con él porque tiene mucho que mostrar. Sigamos ahora con otro clásico de las blancas,
DIA%. Imagino que por cuestiones de mercado, esta cadena ha experimentado un lavado de cara tanto en la calidad como en la presentación de sus productos y el aspecto de algunos de sus establecimientos. Lo que no creo que haya variado mucho es el salario de sus empleados, pues Día parece seguir siendo un supermercado en el que todo el mundo está siempre muy cabreado. A algunas cajeras sólo les falta tirarte los yogures a la cara.
Tortas de aceite DIA: ¿Te acuerdas de "las legítimas y acreditadas tortas de aceite de Inés Rosales?, pues igual. De hecho algo me hace sospechar que los fabricantes de unas y otras deben conocerse de algo. A mí siempre me han gustado mucho y me traen recuerdos de infancia. Además, si sigues con frecuencia a Falsarius Chef en "Cocina para impostores" (si no, te lo recomiendo) sabrás que tienen algunas aplicaciones culinarias muy interesantes (y por menos de 1 €).
Picos de pan DIA: Durante mucho tiempo me batí en una cruzada sin tregua buscando unos colines similares a los que ponen en Lavinia para las catas. No es que fueran una maravilla en sabor, por eso precisamente cumplían la finalidad de devolver la boca a su estado original para enfrentarse al próximo vino, y con un crujiente muy agradable. Probé en varias tiendas gourmet para descubrir, por casualidad, que la réplica estaba en DIA.
Los hay integrales y creo que también de sabores. Sandeces. Lo que necesitamos es acompañar algún embutido o simplemente atemperar la boca, no llenarla de guarrerías (lo siento, soy un fundamentalista de los picos).
Pistachos DIA tostados con sal. Tengo que reconocerlo, el pistacho es mi fruto seco favorito, y no es de los más baratos (aunque sí mas que los piñones o las nueces de macadamia). El caso es que estos están muy bien de precio (sobre 1,50 € la bolsa de 200) y están bastante buenos. Por cierto que el otro día seguí la indicacion de una receta de aceite de pistachos de Susi Díaz (aceite + pistachos + batidora) para un bogavante y dio muy buen resultado.
Y llegamos al dandy de las marcas blancas de calidad, ¡
Mercadona!, y su archifamosa
Hacendado, que, quizás no sea la más ajustada en precio pero la variedad es tremenda y, en la mayoría de las ocasiones, el nivel es muy correcto.
Ventresca de Atun claro en aceite de oliva Hacendado (1,60 €). La compré por recomendación de mi amigo Gonzalito (experto catador de ventrescas) y la verdad es que fue todo un acierto. Fina, sabrosa, filetes enteros pero perfectamente separados... Una maravilla que no tiene nada que envidiar a las de Ramón Peña por menos de la mitad de precio.
Harina para tempura Hacendado 500 g (1 euro). Facilísima de usar y con un resultado excelente digno del mejor japonés. Es muy importante, eso sí, emplear el agua helada y dejar la mezcla ligeramente espesa. A partir de ahí el límite lo pone la imaginación. Yo ayer la utilicé con unos langostinos y quedaron estupendos.
Por último (este post se está haciendo muy largo) quisiera reseñar un par de hallazgos de otros dos supermercados:

Flor de sal de wasabi: No es una marca blanca, pero la encontré el la pequeña sección gourmet que tienen en Alcampo y en la que se ven auténticas sorpesas. Esta es una de ellas. Muy interesante para condimentar platos de pescado (por ejemplo un carpaccio de atun con aceite de oliva). Un toque de ese picante del sushi, aunque mucho más ligero. Sobre 4 euros el bote de 100 g., pero dura un montón.
Zamburiñas en salsa de vieira Froiz: Una estupenda cadena de supermercados que, desgraciadamente sólo se puede encontrar en Galicia y puede que en Castilla y Leon. No sé quién envasará estas zamburiñas pero he probado pocas mejores y ninguna a su precio (1,35 €). Si las encuentras no las dejes escapar.
Otro día volveremos sobre este tema, aunque, por ahora, tenemos para ir tirando.